El pasado domingo nos fuimos al rancho de Rex-Mex a pasar el día confraternizando, bebiendo, comiendo, bebiendo, tocando, bebiendo y cantando y, por supuesto, riendo sin parar. Bueno, fue una jornada que no defraudó a nadie. Pacobeat nos habló de The BlisTers sin parar, durante horas, hasta que el Sr. Marí afirmó que podíamos hacer un grupo tributo a The BlisTers... Ensayamos las armonías vocales y algún arreglo diferente de alguna canción, con las acústicas y Mr. Marí con su bajo sin enchufar, aunque apenas se escuchaba. "No he fallado ni una nota" dijo, "claro, no se oye un pimiento". Acordes, cervezas y risas para un domingo al que sólo le faltó que Rex-Mex nos enseñara sus 20.OOO cabezas de ganado. Serch estaba en su salsa, se le veía feliz, yo tocaba la guitarra. En los huecos en los que Pacobeat no hablaba del doblete blistero, charlamos un poco sobre el futuro incierto de Los Cuervos y recordamos alguna anécdotas jugosas del pasado; vimos fotos también, todo ello con muchas risas y bebidas varias.
Hicimos carne a la parrila, embutido, bebimos de todo un poco y acabamos en un bar de Campanar, por si habíamos bebido poco. El lunes siguiente tocaba ensayo y, sin vecinos ruidosos, salió bastante bien. La futura actuación promete bastante y el personal parece entusiasmado. Como yo nunca estoy conforme con nada en esta vida, excepto con mi hija, siempre pienso que puede sonar un poco mejor pero también es verdad que queda casi un mes de ensayos.
¿He dicho que bebimos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario