Hace un poco menos de treinta años fuimos a pasar el día a Orpesa o Oropesa del Mar y me compré este llavero. Durante mucho tiempo ahí fueron enganchadas las llaves de mi casa, hasta que cogí la costumbre de usar cadenas a las que añadía las diferentes llaves de vehículos y demás según las necesidades. De ahí pasó al cierre de una funda blanda de guitarra, útil cuando quieres llevar poco peso y una guitarra eléctrica no demasiado grande. Me gustó cuando lo vi por mi fascinación desde niño por los hoplitas griegos, no es normal ver un casco corintio en un llavero, no sé de donde lo sacarían. Es un pequeño objeto, de poco valor, pero que me trae recuerdos con solo mirarlo.
Hoy he recibido una llamada teléfonica esperada, me ha tocado sonsacar el motivo, ante los titubeos, es doloroso, después de tres años y medio, hacer eso por teléfono, con cuatro palabras mal dichas, como si fuera anular una cita con el dentista. No quiero pensar en esto, habrá que procesarlo, no sé como aún, puede que no lo sepa nunca. Ya se habló casi todo la vez anterior, ahora creo que no vale la pena discutirlo más, el motivo está claro, pero me falta algo para entenderlo... bueno, ya lo pensaré, mañana será otro día...
Hoy he recibido una llamada teléfonica esperada, me ha tocado sonsacar el motivo, ante los titubeos, es doloroso, después de tres años y medio, hacer eso por teléfono, con cuatro palabras mal dichas, como si fuera anular una cita con el dentista. No quiero pensar en esto, habrá que procesarlo, no sé como aún, puede que no lo sepa nunca. Ya se habló casi todo la vez anterior, ahora creo que no vale la pena discutirlo más, el motivo está claro, pero me falta algo para entenderlo... bueno, ya lo pensaré, mañana será otro día...