martes, 28 de noviembre de 2017

22/11/17

Me despertó el calendario del móvil, ahí estaba, no era más que un cuatro, 4, algo que grabé tiempo atrás sin saber que ese 4 no iba a ser un cuatro, sino una bomba de relojería, pero ahí estaba, tenía que hacerle frente. Nunca pensé que un simple número provocara una explosión así, de buena mañana, esperada e inesperada, son cosas que pasan.  Me dije: Cuchillo, hoy va a ser un día complicado. Cuando te enfrentas a un enemigo poderoso y terrible necesitas usar todas las armas a tu alcance, así que eché mano de los amigos, esos que no fallan y ¡cómo no¡ de la música. También se conmemoran las derrotas, porque nos enseñan muchas cosas, puede que no nos favorecieran los astros, los dioses o las circunstancias, igual no luchamos con todas nuestras fuerzas, igual ayudamos a derrotarnos con nuestros defectos, quizás lo dimos todo pero no era suficiente o podría tratarse de una causa perdida ya antes de la batalla, el caso es que a veces tras la derrota viene la paz. 








Cenamos en la bodega Valero, la cerveza corría como ríos crecidos por fuertes lluvias, tapas de puro colesterol, guindillas vascas, carajillos. Nos reímos y se nos veía como lo que somos, viejos amigos que disfrutan contándose sus problemas, diciendo disparates o compartiendo recuerdos. Acabamos en el Black Note haciendo cuatro temas (4), un poco afectados por la cerveza pero con el rock'n'roll saliendo a borbotones.  Un enfermo necesita su medicina para sanar. Nunca más pondré un número en un calendario. 

jueves, 23 de noviembre de 2017

The Roller Coasters


El jueves 26 de octubre recibí una llamada de Charly Batero, durante un cuarto de hora me estuvo contando penas, desencuentros, errores de apreciación, desenfoques y absurdos problemas... hasta que lo paré. Todo eso está muy bien Carlos, pero ¿qué se puede hacer ahora? La sala estaba contratada, habían fallado dos cantantes, un guitarra, el bajista sólo toca con partitura, no quería quedar mal, no había tiempo material, no había solución excepto montar algo en 24 horas y salvar el tipo. Ok, manos a la obra, empecé a pensar, Charly tocaría la batería, hablaría con Juan Carlos y que se trajese su excelente bajo Gibson EB2, el tío Paco se apuntaría encantado a cantar medio repertorio, yo podía cantar la otra mitad y tocar la guitarra. ¡Gracias tío Santi¡ Vamos al asunto, llamadas, todo el mundo dice sí, pienso en el repertorio, hay que sopesar las posibilidades, ensayar es imposible, hacen falta estrategias y tácticas varias. Lo primero es elegir canciones que yo tenga muy controladas, para servir de guía a los demás y que estos conozcan o ya hayan tocado. Se me ocurre un nombre para este grupo tan efímero The Roller Coasters, las montañas rusas, ideal para el caos en que se desarrolla el asunto. El viernes 27 por la mañana ensayé con Paco, ya que no daba tiempo a ensayar los cuatro se nos ocurrió hacer un teatrillo, empezamos a escribir mentalmente los diálogos. Repartimos los temas, algunas armonías vocales, me miro los solos pensando en que sólo yo tocaré la guitarra. Empieza a estar claro. Por la tarde vino Charly a casa, por cierto, acababa de chafar un excremento y antes de entrar en casa me gastó medio paquete de toallitas para dejarse la zapatilla en condiciones, cosas que pasan. Con él tocando en el brazo del sillón y yo mi vieja acústica repasamos los temas. Aquí esto, allá aquello, esta la acabamos de esta forma, el tiempo es éste... El sábado me fui a Denia a tocar con Rocky Raccoons en la Cornamusa, disfrutando mucho de mi Rickenbacker sólo con seis cuerdas, suena increíble. Buena actuación, buen ambiente, excelente hamburguesa de pollo de corral, el sol otoñal en el puerto deportivo de Denia. Voy con el coche de mi hermana, un placer llevar esa especie de vehículo lunar que aunque feo va como la seda, muy agradecido estaré siempre con ella por ese y otros 5.000 gestos de cariño. El camino es tan familiar que me trae recuerdos, demasiados recuerdos. Ya en Valencia Charly pasa a recogerme, 35 minutos antes de la hora que hemos quedado, apenas he llegado de la Marina alta, no me da tiempo ni a ducharme. Me cambio un poco de ropa y vamos para allá, otra vez cargado con el equipo de guitarrista... cuando llego allí resulta que no he cogido las letras. Vuelvo en taxi con Serch, esfuerzo inútil ya que con la poca luz que había y mi vista cansada lo cantamos todo de memoria, las letras y el atril era atrezzo innecesario. En la Edad de Oro se imaginaban que ante los problemas habidos Charly se presentaría con sus viejos camaradas de Los Cuervos.  Con Juan Carlos, bajo y guitarra sin enchufar, repasando los temas sin haberlos tocado nunca, la mayoría, juntos. Probamos dos medias canciones, Serch nos ayuda con la mesa y los cables y a cenar. En la mesa del bar, cada uno con su instrumento repasando, como saldrá todo es una incógnita. Seguidme, les digo, si os perdéis miradme a mí. Hay que darlo todo para que no se note la falta de ensayo y así lo hicimos. Después de un grupo que compartía cartel de psicodelia oscura, temas lentos y atormentados, salimos The Roller Coasters. Lo primero que hago es solicitar el cariño del público porque es algo improvisado y necesitamos que nos arropen y allá vamos... Cada tema suena por primera vez en esta formación, me sorprende como va sonando cada uno, estoy pendiente de todo, del bajista, del batería, de moverme, de hacer el teatrillo con RexMex...
Los temas van saliendo razonablemente bien, el tío Paco lo da todo, está inmenso, Carlos feliz tocando delante de su público, Juan Carlos parece disfrutar, yo sudo como si fuera agosto, el público está disfrutando y nos lo transmite. Contra toda previsión no sólo hemos salvado la situación si no que ha sido una gran noche, otra muesca más el revólver. Al acabar le comento a Juanjo que para como se ha montado no ha estado nada mal, él me contesta; "es que tenéis muchas tablas". 
Recogimos y aún nos apetecía una última cerveza y Paco y yo acabamos en el 16 Toneladas.







miércoles, 22 de noviembre de 2017

También se conmemoran las derrotas.

"A todos, en alguna parte del mundo, nos aguarda la derrota. Algunos son destruidos por la derrota, y otros se hacen pequeños y mezquinos a través de la victoria. La grandeza vive en quien triunfa a la vez sobre la derrota y sobre la victoria.”
John Steinbeck “Los Hechos Del Rey Arturo Y Sus Nobles Caballeros”.

lunes, 20 de noviembre de 2017

Dorada Edad


RoCKy RaCcOoNs En La Edad De Oro



     El viernes 13 de octubre, un día misterioso. Desde primera hora las dudas me asaltaban pero al final todo salió muy bien. Presentía que pasaría algo pero no sabía qué. Llamé a puertas cerradas, pero ahí no estaba la respuesta, falsa cordialidad, frialdad aséptica, un eco lejano de pasos perdidos, sentado en un parque solitario y leyendo en el móvil. El tío Paco me recogió en casa, después de una prueba tan escueta que no merecía ese nombre nos fuimos a cenar. No parecía yo, durante décadas era el que animaba las cenas, hacía reír, contaba anécdotas graciosas,  me metía con los amigos pero esa noche, ausente y callado, me asustaba la actuación. La mujer de un viejo amigo intentaba animarme, un clavo saca otro clavo, a rey muerto, rey puesto, son como el bus, si pierdes uno coges el siguiente. La gente empezó a llegar poco a poco, se me cayó la cara de vergüenza al no reconocer a la hermana mayor de Charly, que vino con media familia, que se autoproclamaba fan número uno de Los Cuervos, soy lo peor para las caras, un auténtico desastre, luego si la reconocí por la mirada, otro día, en un post largo, contaré las mil veces que me ha pasado, y con chicas guapas, no te digo nada con tíos feos. El brazo derecho me temblaba y no pude hacer fingerpicking híbrido, lo salvé todo con la púa. Pero a cada canción, fui ganando seguridad, el público se fue entregando, el rock and roll creó la magia y tocamos durante un par de horas en estado de gracia. Hablé con el público, presenté las canciones, más que ninguna actuación mapache, estaba en mi ciudad, era mi público. Los tres mapaches lo dimos todo, frente a un personal que bailaba, aplaudía y chillaba en cada tema. Como propina llame a ReMex y a Charly Batero e hicimos el perro verde, un guiño a mi propia vida, siempre de actualidad, los viejos fans rugieron. Al acabar todos nos felicitaban, habíamos tenido un éxito inesperado para mí, Vicente y Juan Carlos muy animados, crecidos por la respuesta de la gente asistente, prometiéndonos más momentos así. Alguien me llevó a casa a dejar mi equipo de guitarrista, fuimos a la playa, por la avenida del puerto -no quiero poner a qué velocidad, ni qué luz daban los semáforos- una noche cálida, agradable, así que pensé, así que era esto... Un bocadillo en Russafa, retorno al pasado, banderas españolas luciendo en el 10% de los balcones, fabricadas en China, claro. Regresé a mi cama a las ocho, cuantos años sin acostarme tan tarde, una vez más confuso por las vueltas que da la vida. Páginas de historia sin futuro, momentos que se ahogarán en el lago del olvido, un cuchillo clavado en un árbol esperando que alguien lo recoja. 

domingo, 19 de noviembre de 2017

Una noche en Radio City

     
     Otro sábado ensayando en Cata-roja, el tío Paco se durmió en alguna casa de algún amigo, Charly y yo llamando al timbre, enviando mensajes... aparece al poco. Un ensayo más corto pero intenso, temas que comienzan a sonar, sonrisas de satisfacción. Subimos a casa de RexMex, miro por el balcón mientras suena el Pet sounds, veo un mundo extraño, quieto y en movimiento, loco y cuerdo,  ajeno a pequeños duelos, en marcha acelerada hacia la parada final. Me quito el sombrero, aparcando lo más cerca del garito al que vamos, el tío Paco es el puto amo, el mero, mero.  Hablamos de cenar por la calle, al estilo de pie en una esquina poco transitada, como hacíamos de jóvenes. Entramos en un kebab para llevar en el barrio del Carmen, charlamos con el dueño, trato exquisito, nos hace probar las diferentes salsas picantes, hablamos de Estambul, me sale sin querer el amante de la historia que tengo dentro. Acabamos dándonos la mano, hay gente esperando, muy atento y gran profesional, turco con corazón alemán. Me he hecho el machote con el picante, ahora me toca pagarlo, el paladar anestesiado, mi lengua en llamas, ni una bacteria viva en mi boca...  Nos metemos en el Radio City, suena Little Richard, nada menos, todos sus grandes éxitos uno detrás de otro, la cerveza entra como nunca escuchando Long Tall Sally o Lucille, mi corazón vibra, mis pies se mueven, las caderas se disparan. Actúan Elvisent i els jornalers, 90% éxitos de Elvis, excelente formación con grandes coros, un rato muy agradable. Una chica alta baila a mi lado, no se despega, me mira, me da golpecitos con el codo, una vez más sólo falta que me escriba una carta pero... 

viernes, 17 de noviembre de 2017

Ni tú ni nadie



Cuando salió esta canción en 1984 me gustaba, aunque Alaska nunca me fascinó precisamente sí que me solían dejar buen sabor de boca algunas canciones de Berlanga. De vez en cuando la toco, con esa mezcla de orgullo y fracaso que en mi opinión es lo mejor del tema. Al final hice mi propio arreglo, alejado del original y un domingo por la mañana la subí a Youtube, otro vídeo más.

jueves, 16 de noviembre de 2017

Frío noviembre

     Como si fueran un matón callejero, a veces las tristezas te asaltan al doblar una esquina, en un momento inesperado que te pilla desprevenido. Acostumbrado a estos lances lucho con orgullo y pasión, como Jacob contra el ángel, y consigo salir medio bien parado del lance. Quedamos ayer tres amigos, para enderezar ausencias y malentendidos, con buena voluntad y ganas de entendimiento, porque la edad también te hace ver las cosas desde arriba, evitando pequeñeces, insignificancias y tonterías varias. Allí estábamos muchos años después, los mismos, cada uno con su lucha, su pequeño infierno y su pequeño paraíso, tomando algo y hablando. Le había dicho a RexMex que hablara él, papel que suelo asumir yo, pero uno no es una estatua y tiene sus batallas interiores. Todo se arregló, era tan fácil como compartir datos y exponerlos con claridad. Fue un rato agradable, presentando proyectos, resolviendo dudas, recordando algún instante tonto, alguna falta leve, algún olvido perdido en un cajón de sastre. Se me pasó habernos hecho una foto, hubiera estado bien. 

martes, 14 de noviembre de 2017

Country songs

     Hace más de 35 años que RexMex y yo cogimos nuestras guitarras y comenzamos a ensayar material, con ganas de hacer cosas que valiesen la pena. Tantos años después hemos vuelto a las andadas, llevamos un par de semanas dándole duro a un nuevo proyecto. Orientado hacia el country y el texmex, una música que ha estado siempre en nuestros corazones y que creemos podemos hacer francamente bien, algo que no se hace mucho por aquí. Está claro que por falta de público pero quizás en este mundo convulso resulte exótico para gente que no conoce a fondo estos géneros musicales. ¡Qué grandes almuerzos nos pegamos a mitad de ensayo¡ Luego ni comemos, no hace falta tras semejante festín, y seguimos puliendo el repertorio. El otro día vino también Charly Batero, que se apunta encantado al asunto cuando se precise percusión y repasamos el setlist, además de alguna vieja canción que escribí siendo muy joven y tocamos los tres muchas veces, en otro siglo, en otra vida. Animado por el ambiente que creamos hice algo que no suelo hacer y me zampé una botella de vino, es difícil gestionar también estar tan a gusto. Charly nos dejó en el Borneo y el tío Paco y yo charlamos sobre la vida escuchando R'n'R y nos tomamos unas cervezas. Nos despedimos y caminé solitario hacia casa, me paré a tomar la última y pedí un vaquerito en un bar, me sentía como el protagonista de una canción country. Iba a entrar en la Edad de Oro a ver el concierto de unos conocidos pero... cogí el móvil e hice una llamada que no sé si debía haber hecho... y es por cosas como ésta que no quiero beber. 

jueves, 9 de noviembre de 2017

Rock'n'Roll


De modo que cogí todos aquellos recuerdos, los esparcí sobre la mesa y tomé una decisión. Aparté de un manotazo la tristeza, el fracaso, el dolor, los últimos momentos, como el del beso lanzado desde la puerta que de alguna forma fue la verdadera despedida... ¿Y qué es lo que quedó? Una historia increíble de cariño, respeto y amor. ¡Quédate con eso Cuchillo y entierra todo lo demás¡ Dicen que el cerebro de los seres humanos no está hecho para buscar la verdad, está hecho para sobrevivir. Pero busqué la verdad y la parte positiva me ayudó a sobrevivir, así que me sentí mejor. Me miro en el espejo y me veo bien, a pesar, o quizás gracias a, mi vista cansada, he perdido bastante peso y sigo en ello, tengo a mis viejos amigos, mi moto que tanto me llena y, por supuesto, la música; no está tan mal, todavía tengo Rock'n'Roll fluyendo por mis venas. 

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Trompetas Mexicanas





    Anoche me acordé de esta canción. Me vino al cerebro como un cuchillo caliente entrando en mantequilla a toda velocidad. A los pocos segundos me dí cuenta de que la había escrito yo, por eso describía tan bien como me sentía en esos momentos amargos. ¡Qué le vamos a hacer, soy así de tonto¡
   Era el mismo sitio, el mismo lugar, el mismo dolor en el corazón, la misma sensación de que las balas sólo iban a confirmar lo que ya había sucedido antes, los recuerdos como trompetas lejanas llorando por un amor perdido. Discutí con mi corazón, le volví a decir que tiene que estar encerrado bajo siete llaves, que cada vez que sale a pasear regresa hecho pedazos, que no me hace caso y que resulta imposible de gobernar. Le acusé de todo eso y de alguna cosa más y el muy c*br*n ni siquiera se defendía. 
   Volví a casa escuchando una amalgama de grandes canciones, la mayoría sobre amor. Apostaba conmigo mismo cual me haría llorar, muchas podrían haberlo hecho pero no sucedió. Las lágrimas se me quedaron dentro, como una poción ponzoñosa, para seguir conmigo haciéndome daño en los momentos de debilidad. 
   En el 30 aniversario de Los Cuervos en la Edad de Oro, al acabar la actuación, Morcillo, invitado de lujo en aquel evento, me abrazó y me besó. Me dijo al oído que había vivido siete vidas y que podía morirse tranquilo ya. Me emocioné, fue la penúltima vez que lo vi vivo. Ayer pensé que yo ya he muerto tres veces, veremos que da de sí esta cuarta vida. 

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Mis amigos me llaman Cuchillo o el tío Santi. Escribo canciones y toco la guitarra, también canto. Desde que era joven hasta ahora que no lo soy he tocado en grupos como Los Cuervos, Los Relevos, Morcillo y los Rangers, Los Brujos, Bandoneón, The Dancing Cansinos, Rocky Raccoons, Fort Mapache, Jukebox, Los Portuarios, The Mapaches o The Roller Coasters. Soy el guitarrista que no sabía cantar, el motorista al que no le gustaba correr, el lector de la Biblia ateo, puede que el tonto más listo del mundo, el padre de Dido o el hijo de la Yeyes. Como suele aparecer en algunos sobres de azúcar, hay que buscar los buenos ratos porque los malos se presentan ellos solos. Me gusta mucho leer desde niño, cocinar, tocar la guitarra y escribir canciones, navegar sin rumbo por la procelosa red de Internet, la historia y la música, el cine clásico y me gusta mucho reír, también escribir en mi blog, salir con mis viejos amigos o dar vueltas con mi Triumph. Como dijo Lennon: "la vida son las cosas que te pasan mientras tú estás ocupado haciendo otros planes" Así que intento no hacer planes nunca, sólo quiero estar a gusto sin molestar a nadie. Si lo consigo o no, tendrán que decirlo los demás.
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