Subido en mi vehículo lunar II cogí el camino del sur, recogí al gran David y fuimos a la búsqueda y captura de actuaciones. Llevamos nuestras guitarras, hablamos y ofrecíamos una breve, o no tan breve, demostración. salí de casa a las once y volví a las dos. Grandes charlas con David y con los encargad@s de los locales que visitamos. Denia y Jávea, una actuación para 48 horas después, incluso la posibilidad de estar fijos en otro lugar los domingos por la noche, fue productiva la salida. Me muevo por la marina alta como si la conociera, con algún pequeño error. Se empeñó en invitarme a una fideuá de pato espectacular, en un marco incomparable, al acabar, esto se veía venir, sacamos las respectivas hachas y tocamos un buen rato, los clientes se paraban a escuchar. Mi vida o quizás la de cualquiera tiene tantas paradojas, acabamos cenando en un mexicano justo al lado del INEM de Denia, ya muy tarde, a punto de cerrar.
Había sido un día largo, volver a según qué sitios es siempre complicado, de vuelta a casa, con la siempre agradable compañía de las canciones, la gran diosa de la música, pensando en algo que había hecho, unos cuantos clicks, unas cuantas horas antes. Era necesario y lo tenia que haber hecho tanto tiempo atrás, once meses atrás, lo dejaba pasar, la eterna pelea, el combate de dos titanes famélicos, al final uno de ellos pudo más y lo hice, me quedó un regusto a almendra amarga, el amargo sabor de la derrota y el engaño. Es mas fácil borrar amistades o fotos que recuerdos, es duro vivir con un corazón terco, pero sigues viviendo, nadie dijo que fuera sencillo, cuando pierdes tu apuesta hay que pagar y estas cosas se pagan con dolor. Pero la vida es hermosa, amigo Cuchillo, disfrútala.
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