domingo, 31 de octubre de 2021

Sin fantasmas

La antigua normalidad llamó tímidamente a nuestra puerta, le hicimos pasar, tenía más arrugas pero conservaba algo en su mirada, la serena tranquilidad de los que han sufrido mucho y lo ocultan detrás de una sonrisa. Recogí al tío David en casa de su progenitores y emprendimos la marcha al sur, comimos en Denia, descansamos como descansan los veterenos de muchas batallas y subimos el Montgó, bajo una lluvia fina y un ambiente propio de un relato de Edgar Allan Poe, eso sí, echando unas risas en el vehículo lunar. Volvimos a un escenario, (vale, no hay escenario, tocamos en el suelo muchas veces pisado) y todo salió muy bien. La gente se lo pasó pirata, como dicen ahora los chavales, y nosotros no nos quedamos atrás. Shya tan cariñosa como siempre, eres un santo, me dijo. Al acabar hablé con varias personas, un chico que ha superado un cáncer y ha cambiado de signo del zodiaco al volver a nacer, una chica alta que conocí cuando le di clases a su hijo, ahora el niño es más alto que yo, me preguntaba si estaba bien, varias veces, sí, claro, contesté en cada ocasión y Gitti, que necesitaba pasárselo bien y me dijo que lo había conseguido plenamente. Por un momento estuve tentando de preguntar, la noche se prestaba a ello, pero no lo hice. La débil lluvia cubría de una película acuosa las calles del centro histórico mientras fui a recoger el coche. Volvimos a casa tranquilos, comentando el día, Mari no paraba de reírse con mis ocurrencias, David no se durmió, Esponja en estado quimícamente puro. Aparqué en la puerta de casa, cargado como siempre con mis trastos, como si nunca hubiera habido coronavirus, como si ir a tocar a Jávea no representara nada para mí, reflejado en el espejo, junto a un Fender Hot rod de luxe red wine, una Gibson Chet Atkins y las bolsas con cables y pedales había un tipo llegando a los 58, ni guapo ni feo, ni listo ni tonto, ni bueno ni malo, un hombrecillo de más de 180 cm que mira desde su atalaya un mundo que no comprende. Pensé en eso de apretarse las correas del escudo y seguir luchando, quedan batallas por librar y si la música no cura mis heridas, al menos impide que se infecten. Ya en la cama recibí un mensaje de Mari, David ha olvidado su móvil en el módulo lunar, vale, pues otra excusa para vernos hoy y tomar algo.

domingo, 17 de octubre de 2021

¡Miedo me da¡


Próximamente: una noche terrorífica en el Hotel Triskel, Xàbia/Jávea, con selectas bebidas, musica de los tiempos anteriores a la pandemia con The Roller Coasters, tan feos que asustan sin careta y el excelente público que frecuenta la acogedora y coqueta cafetería de este precioso hotel en el centro histórico de esta bonita población costera. No se lo pierdan, no lleguen tarde, los fantasmas salen a pasear, después de tanto tiempo escondidos quieren divertirse. Yo llevaré los míos, tengo fantasmas para asustar al más valiente y suelen visitarme esa noche. David está que se toca encima, los cimientos del edificio temblarán bajo el poderoso impulso de su voz de tenor y yo haré rugir mi guitarra, por supuesto. Vuelven los buenos tiempos, no se queden en casa, salgan a disfrutar. El sábado 30 de octubre en el hotel Trikel haremos la previa de Halloween,  tardeo party, la sangre se me hiela en las venas, ¡qué miedo¡
 

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Mis amigos me llaman Cuchillo o el tío Santi. Escribo canciones y toco la guitarra, también canto. Desde que era joven hasta ahora que no lo soy he tocado en grupos como Los Cuervos, Los Relevos, Morcillo y los Rangers, Los Brujos, Bandoneón, The Dancing Cansinos, Rocky Raccoons, Fort Mapache, Jukebox, Los Portuarios, The Mapaches o The Roller Coasters. Soy el guitarrista que no sabía cantar, el motorista al que no le gustaba correr, el lector de la Biblia ateo, puede que el tonto más listo del mundo, el padre de Dido o el hijo de la Yeyes. Como suele aparecer en algunos sobres de azúcar, hay que buscar los buenos ratos porque los malos se presentan ellos solos. Me gusta mucho leer desde niño, cocinar, tocar la guitarra y escribir canciones, navegar sin rumbo por la procelosa red de Internet, la historia y la música, el cine clásico y me gusta mucho reír, también escribir en mi blog, salir con mis viejos amigos o dar vueltas con mi Triumph. Como dijo Lennon: "la vida son las cosas que te pasan mientras tú estás ocupado haciendo otros planes" Así que intento no hacer planes nunca, sólo quiero estar a gusto sin molestar a nadie. Si lo consigo o no, tendrán que decirlo los demás.
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