miércoles, 31 de octubre de 2018

Otra noche de difuntos en Triskel

Es el tercer año consecutivo que toco en la noche de Halooween en Triskel, las dos veces anteriores fueron, digamos, especiales. No fáciles de olvidar, precisamente. Pero esta noche se presenta sin conflictos emocionales, sólo ganas de diversión, que con Mr. Sponge está garantizada, así que toca disfrutar del momento. Fabricando nuevos recuerdos que tapen los antiguos se va haciendo camino. 
Voy por la calle y me llegan canciones a la cabeza, me paro en un banco y me escribo un email a mí mismo para recordar la letra. Tengo ya para hacer un disco de larga duración, a veces no cojo la guitarra porque sé que me saldrán canciones casi sin querer, escribir canciones me pone en un conflicto porque me dan ganas de ir y grabarlas. ¿Será verdad que el dolor saca lo mejor de la gente?, puede ser. 

lunes, 29 de octubre de 2018

Rockin' Folsom Sunday







Domingo por la mañana ensayando con Jukebox en el Vedat, disfrutando de tocar el bajo y cantar los coros. De ahí nos fuimos al Rockin' Folsom, no mucha gente pero buen ambiente. Me comí dos platos de paella, charlé con todo el mundo, con Vince en la comida, agradable conversación sobre los viejos tiempos del Rock Café de Pinedo, Rib's, The Dancing Cansinos o como descubrimos el Rock and Roll. Durante la actuación de The Wanderers nos invitaron a subir a Jukebox e hicimos un par de canciones. Luego bailé mucho con una chica de bonitos ojos que estaba por allí. Hace años iba a beber pero no salía a bailar, ahora no bebo pero bailo... algunas cosas cambian, otras no. Estaba por allí Toni también, acabamos en Campanar tomando algo. Tenía que enseñarle mi vehículo lunar II a unas personas que querían verlo pero no tenían ninguno en el concesionario, era para una persona con modalidad reducida, así que me presté a hacerle ese pequeño favor a unos desconocidos, será que no soy tan mala persona como alguien piensa. 
Este blog trata sobre mí, que supongo que no soy demasiado interesante, un tonto más en un mundo loco, a veces triste y otras alegre, tocando la guitarra, escribiendo canciones, buscándome la vida, saliendo con mis viejos amigos, aunque muchas veces no tenga sentido para nadie las visitas son constantes, lo veo en las estadísticas.  La mayoría de las entradas tienen entre 15 y 20 visitas, de repente hay una que tiene  más de 100, ¿por qué será? 
Miro las estadísticas de Youtube, 430.000 vistas, muchos me gusta, sin embargo, durante el último año alguien se ha tomado la molestia de quitar el me gusta que había dado previamente en 84 vídeos. Borrando el rastro, debe ser, al menos no le da al no me gusta... algo es algo. 
Un amigo se acerca con su móvil, mira, qué raro es esto... no es tan raro tío, si conoces al personaje, es evidente lo que ha hecho, sólo es cambiar la configuración, elegir quien ve según qué cosas, es muy fácil de hacer. Pero no me ha borrado, sería más fácil borrar y punto; no, no actúa así, te sigue teniendo como amistad pero elegirá lo que ves. Pues, voy a borrar a esa persona; claro, hazlo, el asesinato perfecto es el olvido. 


domingo, 28 de octubre de 2018

El Hombre Que Vino De La LLuvia



A las doce del mediodía de ayer, algo entro en mí, esos malditos presentimientos aparecieron armados hasta los dientes. Se apoderó de mí un desasosiego ilógico e irracional, en fin, ni idea de qué puede ser, como siempre. Espero que algún día me dejen de pasar estas cosas. No sé si sería eso, porque unas horas más tarde las pasé canutas. Me dirigía hacia Montserrat, cargado con mi equipo de guitarrista eléctrico solista, comenzó a llover, primero fuerte, después fortísimo, un diluvio de rabia y furia,  yo con mi vehículo lunar en la carretera, buscando la salida para la A7 en la N-III. No veía un maldito pimiento, el limpiaparabrisas como un loco, bajé la velocidad, el carril de la derecha: el lago Victoria, voy por el carril central pero demasiado lento, eso es peligroso,  no podía correr más. Temí por mí, pensé, mi corazón está tirado en Favara, como una rata muerta que ni el barrendero quiere recoger, pero el resto de mí le acompañaría pronto. Quizás fuera ése el puñetero presentimiento. He de decir que mi cochecito se comportó como un auténtico campeón. Justo en el momento en que padecía buscando la salida de aquel infierno se me puso un vehículo de las fuerzas de seguridad del estado detrás, toma Cuchillo, disfruta de la vida. No estaba haciendo nada malo, no cometí ninguna infracción, pero me pone nervioso llevarlos detrás. En fin, aquello acabó, conseguí entrar por el sitio correcto, escampó un poco, vi a mis compañeros, de una forma intuitiva acerté la dirección correcta. Hicimos la actuación y muy bien, hay muchos detalles para contar ahí, pero era una fiesta privada y me sabe mal divulgar esas cosas, mejor no hacerlo, musicalmente sonó muy bien, disfruté bastante. Volví a casa por Torrente, un camino más corto pero más complicado, sin prisas, como casi siempre, con mis demonios jugando al ajedrez con presentimientos tontos, canciones sonando, viejos blues que hablan de tristezas provocadas por mujeres que se comportan mal, de hombres con remordimientos que les muerden el corazón, sintiendo el aire fresco de la noche en mi cara, casi como yendo en moto, recuerdos navaja en mano, callad cabrones, les decía yo. La tristeza cogió sus maletas y se marchó pero me dejo algunas canciones, como tantas otras veces antes. Hablando con unos de mis pocos amigos, no hace mucho, comentaba que él se enamora de una escoba y al cabo de cuatro días ya se ha enamorado de un mocho y al poco ya está prendado de la gamuza de quitar el polvo. No sabes como te envidio muchacho, ¡cómo me gustaría ser así¡ 
Pd: el título del post es una frase de David introduciendo uno de mis solos, me ha parecido apropiado... Gracias Esponja. 

sábado, 27 de octubre de 2018

BonMel



Son las nueve y algo, subo la persiana, una lluvia fina cae sobre mi calle, no he dormido mucho, perdí el sueño y no logró encontrarlo. Unas pocas horas antes llegaba a casa cargado de trastos, guitarras y maletas, después de otra actuación por la Marina Alta. Fui solo para allá, sin la conversación de otros cosmonautas, escuchando un pendrive que llevo desde julio con ganas de cambiar los temas pero nunca recuerdo hacerlo. Llego a Favara, me hago una foto dentro del coche, ¡Ay Favara, qué cosas pasan contigo y sin ti¡ Callejeando por Denia, me tomé un café con alguien y luego recogí al jefe David. Nos pasamos por Jávea, había quedado con alguien que no apareció, no entiendo porqué, ya me enteraré, mis viejos discos se van marchando a otros hogares y me queda algo de dinero en el bolsillo pero la persona que los vende no estaba. Pasé a saludar a mi amiga alemana que vende cazadoras de piel, nos tomamos algo en Triskel, de vuelta a Denia. Estrené Peces y Clavos, total una canción desconocida tampoco pasa nada y a mí me apetecía hacerla.  Empecé la actuación cantando yo pero estaba disponible Esponja y eso no puede desaprovecharse, salió e hizo su Davidshow, el público encantado, el dueño nos dijo que volviéramos con él, sabía que le gustaría. Me gustó hacer el repertorio con dos guitarras acústicas, suena diferente, cambié los arreglos sobre la marcha, porque no es lo mismo con guitarra eléctrica que acústica, usé más el slide pero mucho temas me encantaron. Acabada la actuación me senté en el restaurante de los loros y tortugas, la parte donde la espalda pierde su casto nombre se humedeció con el rocío y la humedad del mar. Era una noche entre neblinas pero la luna brillaba a pesar de todo. Me vino a la cabeza el instrumental en el que estoy trabajando, varios nombres danzando sobre el Montgó. La prima de Ana decía barbaridades, Álvaro estaba sonriente, David pletórico, ya era tarde, cargamos el vehículo lunar, más charlas, hablando de otra parada en Favara que... no sucedió. En Xeraco la vejiga urinaria de Roller David Coaster no aguantaba más, paré e hizo un río, así que sacamos el tabaco y fumamos allí. ¿Es esta otra señal de los caprichosos dioses del Olimpo?

viernes, 26 de octubre de 2018

De vuelta a Russafa







"Sólo espero impaciente a que los dioses crean que ya es suficiente, cansando y de vuelta en la feria, quemando palabras con otros actores de esta comedia. Cansado y de vuelta en la feria, siguiendo adelante, fuera de mi escondite un instante, viéndote desde mi mundo distante, siempre cansado de esta comedia."
Los Brujos - Cansado y de vuelta en la feria
Letra y música de Miguel Ángel Villanueva.

jueves, 25 de octubre de 2018

Huyendo de mí mismo

Otro fin de semana ocupado, eso está bien, lejos de preguntas como: ¿por qué estás tan delgado, has estado enfermo? Huyendo de mismo por las carreteras de la Comunidad Valenciana, mañana en Denia, el sábado en Montserrat. 

miércoles, 24 de octubre de 2018

Buscando un nombre para un instrumental

Lunes y martes doy clases de guitarra, el lunes al Sr. Lunes y el martes al Sr. Martes, ayer, que era martes, de allí salí para el ensayo de Los Portuarios para mirar temas nuevos. Siempre digo que con un instrumento en las manos soy yo mismo, así que me van pasando los días tocando y pasan mejor así. Sigo trabajando en mi nueva composición a la que voy buscando nombre. Ponerle nombre a un instrumental a veces cuesta más que escribir la letra completa de una canción, pero en ello estoy. Tengo varios caminos para seguir y buscarlo, cuando escucho las pruebas me vienen imágenes al cerebro, es evocador, alternando momentos tristes con momentos alegres, como la vida misma. A ver qué se me ocurre. 
Por otra parte ha aparecido por Facebook esta foto con una amiga de la Edad de Oro que no recordaba, al verla sí que recordé que la foto nos la hizo el gran Liberto Peiró, eso es nivel. 

lunes, 22 de octubre de 2018

Cuchillo Volador


Las intensas lluvias del jueves nos obligaron a suspender el ensayo de Portuarios y la salida con amiguetes programada a continuación, el destino escribe lineas extrañas. Así que el viernes nos vimos unos cuantos de los de siempre en la Valero, dispuestos a liarla.  Me vino a la mente que el viernes 19 de octubre era el cumpleaños de Edgar Allan Poe, pero era una baile de datos, nació el día 19  pero de enero y falleció en octubre pero el día 7, a veces esos recuerdos se confunden, pues nada, no era el día que él nació, de algo me sonaría esa fecha. Fuimos a un sitio que descubrí con mi olfato, tan bueno para unas cosas y tan malo para otras, y la cena estuvo de categoría. Con los cabroncetes de mis amigos son con los únicos que bebo, y cómo beben, nos zampamos tres botellas de vino. Ansioso por satisfacer el único vicio que me queda, casi, fui a la barra y pedía la cuenta... ¡¡¡265 pavos¡¡¡ Se habían confundido y nos habían cobrado 100 croquetas a 1,80 cada una. Nos hicieron la corrección necesaria y se quedo en 100 pavos, que tampoco está mal, creo que voy a acudir al café a partir de ahora, jajajaja. Y 100 croquetas dónde irán, fue el cachondeo de la noche, entrábamos en los pub preguntando si tenían croquetas y cantábamos la canción con la letra cambiada. Nos reímos mucho. Llegué a casa un tanto perjudicado, no estoy acostumbrado, pero la cama estaba quieta y dormí, tras pensar un poco, como siempre también. 


El sábado por la mañana almorcé con Mr. Sponge en un sitio muy interesante, inmensos bocadillos y eso que pedimos medio... el entero da para alimentar a una familia dos días. De ahí al ensayo de Paterna con Los Portugueses, digo Los Portuarios, y muy bien, David disfrutando y cantando con ganas. A la tarde me pasé por el Borneo, (me dijeron que iba muy guapo... ¡otros hombres¡ Piña, esas cosas dan ánimos, ahora falta que me lo digan las chicas... ) lleno de músicos para escuchar Jazz muy bien hecho y con mucho gusto, pero al día siguiente me esperaba una jornada complicada y me fui a casa, lentamente, muy lentamente y pensando, como tantas otras veces. Ya no era la tristeza en persona, era un sentimiento que se asemejaba a ella, como un charco que ha dejado la lluvia de la noche al llorar por el día, que diría mi admirado Paul, pero ya no era ella, era lo que dejó. Llegué a casa con ganas de tocar, cogí la Grestch, la enchufé en el Gibson con las válvulas cambiadas y una melodía llego a mis dedos, era preciosa, realmente bonita, era el rastro que había dejado mi tristeza convertido en notas, con cambios de modo y de tonalidad, algo evocador y realmente bello, me emocioné por mi hallazgo, ¿era eso realmente mío? Me acerqué al comedor y la toqué para mi madre, se quedó encantada, sí que es bonita, me dijo. Otra vez la música como salvadora de almas atormentadas, eso sí que es un clavo y un buen pez en el mar. 


No puedo escribir todo porque me sale una novela pero el domingo fue increíble. Excelente almuerzo en la plaza de Campanar, con David charlando, las charlas no se acaban. Cargando equipo, primero en casa, luego en el ensayo de Massanassa, Tetris perfecto, allí mismo le digo los acordes a David y tocamos mi melodía con dos guitarras, me suelta: "esa melodía eres tú" jopetines, fue algo emocionante que me dijera eso. Hoy la revisaré de nuevo, está por completar pero promete mucho.., si la pusieran de banda sonora de una buena película me haría de oro... y entonces me reiría de verdad, de supuestas personas sin sentimientos, frías, calculadoras, y materialistas pero no sucederá, la vida no es así, lamentablemente.  Llegamos al Folsom, prueba larga, David luchando contra el equipo y las 10.000 manos que lo han toqueteado, conseguimos solucionar problemas con cables y conexiones gracias a su inestimable ayuda. Luego paella, picoteo, tarta, es el cumple de un asistente incondicional a los conciertos de R'n'R. Charlo con él sobre los viejos tiempos, cumple 58, tiempos de lecherías, rockers muertos por las drogas, peleas con mods, diferentes bandas de muchachos de principios de los ochenta, garitos donde ponían lo que nos gustaba en música, he tenido un presentimiento al empezar a hablar con él, por todos los demonios del infierno, una vez más, el presentimiento se cumple. Es un buen tipo y su mujer encantadora.
Presionando para empezar lo antes posible por fin subimos al escenario, el tiempo me muerde los talones, nada más terminar David y yo tenemos que salir cagando vinagre, como decía mi abuela, para Xalò o Jalón, No me reservé, lo di todo, bailé, salté para hacer las síncopas, bote, canté sin micro desde un corazón que ya no está conmigo, sigue en Favara, las canciones de Los Portuarios como: "Nunca olvidaré tu falso amor, ése fue mi gran error" o "Ella se marchó, se fue de mi lado, dejándome helado el corazón", sus temas propios son buenos, tienen encanto.
Con la última nota sonando aún en el aire, subimos los cosmonautas al módulo lunar y salimos disparados, Cuchillo Volador, eso se ha visto pocas veces, hasta cogimos la autopista, sin parada en Favara, adelantando vehículos hasta de alta gama, Esponja se sorprende, Álvaro nos llama, la noche cae, como una pluma perdida por un cuervo en su vuelo. Leve confusión, perdemos unos minutos precisos, Álvaro nos vuelve a llamar, me suena el camino, pero hemos ido por Benissa, yo sé que hay un camino más corto. Llegamos a Jalón, montamos en nada, recuerdo la última vez que estuve allí, lo sé porque me encontré a Danny Boy y le pregunté si tenía algún micro para venderme, fue en el 2016, los sitios permanecen pero las circunstancias cambian a veces de forma radical. Vamos más justos que todas las cosas, montamos y tocamos, lo dimos todo los tres, yo estaba desatado, saqué la máquina de hacer el cabra y la puse a tope, no escatimé nada, más aún que con Portuarios si ello es posible, toqué con la botella de cerveza del cura, brinqué, canté como si me fuera la vida en ello, saqué una silla y me senté en medio de todo para hacer un solo, enrollé el cable como diez veces, hice trucos que conozco desde joven y que en el fondo detesto pero sé que es lo que quiere la gente, más show y menos tocar bien, pirotecnia que decía yo. Tanto moverme, tanto cantar mirando a un cielo que cubría el techo de casa Aleluya que mi camisa negra se empapó, me la quité y toque a pecho descubierto. En la parada David me dejó una suya, hawaiana, y seguimos el show, David brutal, sudando la gota gorda también, dándolo todo como si no hubiera un mañana dando clases de filosofía en un colegio. Una holandesa venía al micro y cantaba los instrumentales, así que dije en inglés que era una buena idea, la próxima vez haría yo eso y me dejaría el equipo de guitarrista en casa. También la tradicional actuación del porrón y el chorro en la frente del fundador del local. Bueno, mil cosas, todo bien, al acabar el bolo, todo el mundo felicitándonos, peticiones de tarjetas y números de teléfono, la propietaria muy contenta, no me esperaba esto, nos dijo, nadie hace tanto espectáculo. Fuimos tan apurados de tiempo que no hicimos ni una triste foto, a ver si consigo alguna de alguna forma, y así esta laguna se salvará. Fantásticos The Roller Coasters, francamente memorable.  Le dije al cura que sabía que le iba a gustar mucho la cena, yo había estado varias veces allí en mi tercera vida. Vuelta a casa, elijo esta vez el camino más corto, maldita sea mi memoria, recuerdo cenas, paradas en moto para hacer fotos y yo qué sé, no sigo. Paro donde siempre, una noche preciosa, hago una foto de Favara nocturna, pienso un poco, vaya domingo, los recuerdos brillan como un ascua en la chimenea, hay que mantener una distancia, no tocarlos porque queman. 

miércoles, 17 de octubre de 2018

Peces y clavos.


Hacer versiones está muy bien, a mí me encanta tocar canciones que siempre me gustaron, pero no hay nada comparable a interpretar tu propio material. Hace un par de días escribí esta canción, una vez te viene la primera idea no cuesta demasiado, es como si alguien te la fuera dictando y tú fueras tomando nota. Luego te olvidas de ella durante unos días y cuando vuelves a tocarla sabes si te gusta o no. El siguiente paso es darle la tabarra a amigos y familia a ver qué reacción tienen y terminar de pulirla. Espero que os guste. 

lunes, 15 de octubre de 2018

¡Bandido¡


Hace un par de semanas, por la avenida Pérez Galdós, voy en el coche. Veo a un tipo con una moto como la de Sergio, un casco parecido, una cazadora similar, una guitarra a su espalda, me pongo a su altura, barba con alguna cana, gafas de sol y luce una sonrisa... Bajo la ventanilla y grito: "¡Hey Bandido, Piratón, Mr. Jefe Cariño¡" El tío se me queda mirando flipando, digo ¿Sergio? y hace no con la cabeza... vale, vale perdona...

domingo, 14 de octubre de 2018

Ranchito



Recogí al tío Paco en su casa y para el sur. Una foto en Favara, casi a mitad de camino, para tocar en el Port de Xàbia. Fort Mapache se reunió para la ocasión, Vte, tan Vte. como siempre y muchos extranjeros parándose a escucharnos. Paco cantó algunos temás, un espontáneo se marcó Oh Boy¡ Cena de tapeo y para casa. Domingo almorzando en el ranchito y de ahí a la Bodega Valero a ver al tío David. Le digo, voy a hacerte de telonero, cojo su guitarra y hago una de Buddy Holly y otra mía, le digo al público que soy una joven promesa y necesito una oportunidad. Una chica me dice que canto muy bien, jolines, eso no me lo dicen mucho, busco en su oreja un aparato para la sordera y no tiene... menos mal.  Están por allí Rucho y el tío Luis, vuelvo a casa, regreso al hogar. 

sábado, 13 de octubre de 2018

Nada







Estaba otra vez en Favara, ni rastro de órganos perdidos. Otro presentimiento, todo el día había venido detrás de mí esa sensación y allí más. Me había preparado la ropa para la actuación, de negro, como un viejo cuervo que soy. Tocaba en Jávea, con Álvaro en la percusión, en la calle. No es fácil tocar en la calle pero había que hacerlo y nos pusimos manos a la obra. Primero ataqué material de los cincuenta, luego en castellano y acabé con algunas canciones sesenteras. Hacia el final de la actuación estaba cantando una canción sobre la cocaína que a mí personalmente no es que me encante... es que es fácil, no me queda mal y veo que el publico disfruta mucho con ella. Estaba acabando cuando noté algo, el presentimiento estaba allí presente, algo pasaba, no sé como narices lo noté, pero lo hice. De repente, sentí la necesidad de cantar una canción mía, y lo hice, la canté con todas las ganas, nunca la había tocado en Xàbia.  ¿Por qué te fijaste en mi? Resonó por esas calles, como un eco lejano de emociones con las que nadie debería haber jugado nunca, pero así son los seres humanos. Recogí los trastos y volví para casa, paré en Favara y pensé: sólo quedan algunas cicatrices, estás en la dirección correcta.  Sin embargo, sentí tristeza por algo, un daño colateral, una mano firme que sujetaba a un muchacho que no tiene culpa de nada, absolutamente de nada, pero nada puedo hacer, sólo guardar esa tristeza en el cajón de los afectos perdidos. Vi algo más... para qué decir nada... 

jueves, 11 de octubre de 2018

Tonto/listo

Eclesiastés, capítulo 1, versículo 18: Porque en la mucha sabiduría hay mucha molestia; y quien añade ciencia, añade dolor.
Charles Bukowski: "La tristeza es causada por la inteligencia. 
 Cuanto más comprendes ciertas cosas, más desearías no comprenderlas." 

martes, 9 de octubre de 2018

Hard Rain In Poor Jesus






Soy el tonto más listo del mundo, ayer lo comprobé varias veces, por si me quedaba alguna duda. Con lo que me pasa en un día tengo para tres novelas, por donde yo paso la normalidad va cayendo muerta, como le dije el otro día a un amigo. Paré en Favara, no sé ya las veces que he puesto eso mismo en este blog, por lo menos 154, hice fotos desde el interior del módulo lunar, bajé y fotografié mis zapatillas, con el presentimiento de que iba a ser un día especial, créanme, lo fue. Mando un mensaje de voz: "Cosmonauta Esponja, preparese para contacto en una hora".  Continua despacio, como una caravana de comerciantes por el desierto cargando en su camellos productos de otras tierras, la sensación de que algo pasa. Pasando por Oliva escucho I Can See For Miles, tres veces seguidas. Recojo a Esponja, nos vamos a Jesús Pobre, esa carretera siempre me trae a la memoria a mi padre, y eso que él nunca pasó por allí, que yo sepa. Pero la primera vez que yo lo hice me acordé de él, porque estoy seguro de que le hubiera encantado y hubiera dicho que parecía EEUU. En fin, te echo de menos viejecico,  café en Casa Rosita, vaya, he estado aquí antes.  Hablamos con el organizador, en Valencia no pero allí unas nubes negras vienen hacia nosotros, aunque la previsión no da lluvia, siento que hace falta un plan B. Menos mal que me hicieron caso porque cayó una buena, el plástico que exigí salvo el equipo. Desconcierto, frases cortas, ideas locas pero al final, carreras bajo el aguacero, Diluvio en miniatura, para salvar la situación buscamos otra ubicación. Ayudados por los festeros metemos una parte del equipo en su, digamos, casal, otra en una casa particular. Acabamos montado la mitad de todos los trastos en el centro cultural y allí hacemos el concierto. Todos más que encantados, rugen, saltan, bailan, aplauden, chillan, nos piropean, David rompe su cuerda, no suele fallar, coge la Squier, Álvaro caja y plato, yo llevo mi Gibson, tocamos de todo y hacemos un poco de show, bueno, David mucho show. Mientras tanto siento cosas extrañas, no hago ni caso, ya forma parte de estos últimos dos meses. Hemos terminado, no sé ni el tiempo que hemos tocado, la tristeza ha venido a por mí pero creo que no consigue encontrarme, la lluvia la ha disipado, dejando mi chaleco mojado y miro el móvil, quizás ahí esté... pero no hay cobertura. ThE RoLLeR CoAsTeRs no hacemos un selfie, ellos tristes, sonriente yo... Hora y media después estoy de vuelta en la base de Favara, apertura de ventanillas, miro el celular, hay una bronca en el ambiente rockin' de Valencia por los comentarios de cierto personaje, tengo mensajes de whatsapp, evidentemente esto no es. De repente mi corazón sale del módulo lunar, no tiene enganche, no tiene cable, no tiene propulsor para volver, flota en el espacio y se aleja, como el mayor Tom, flota vacío en el espacio exterior, y se aleja, veo sus ojos dentro de su traje espacial, son como los míos cuando más verdes están o como los de mi padre, reflejan una tristeza extrema y el planeta azul, y se aleja. Allí se quedó, orbitando alrededor del planeta Favara. Ya no yacerá en un hotelucho de Castellón, ni en un hospital con nombre de una creencia, ni siquiera podré enterrarlo en el Montgó, se aleja.  Pongo una foto en Facebook, es la verdad, soy el más tonto de los listos o el más listo de los tontos. Me duermo a las cinco pasadas, despierto a las ocho en punto, mi madre anda por el pasillo, no estoy triste, estoy fuerte, me viene a la cabeza una canción de The Who. Me pellizco la mejilla... ¡¡¡venga Cuchillo¡¡¡




domingo, 7 de octubre de 2018

Imágenes


El jueves Toni me sacó de casa, le dije a la tristeza que se quedara guardada en un cajón y nos fuimos a cenar una hamburguesa, él de chico bueno de los cincuenta, yo de la misma época pero de malote motero y barriobajero. Pasamos por el Borneo y acabamos en la jam de LEDO pero la tristeza había salido del taquillón, me había buscado por toda la ciudad hasta dar conmigo. Los músicos iban saliendo, Toni quería homenajear a Eddie Cochran por su cumpleaños, pero llegó un momento en que me fui, muy lentamente me fui... Me supo mal por él, lo dejé solo pero no podía, crucé el puente de las Glorias Valencianas, eso hay que ponerlo con mayúsculas, más vencido y derrotado que Asdrúbal el beotarca en el 146, con la arena de mis fracasos en mis ojos pero incapaz de hacerme soltar una lágrima pese al dolor. Sentí dolor y no tenía nada para paliarlo, un dolor seco y mudo, amargo como la peor de las almendras amargas, sentí la muerte caminar a mi lado. No te tengo miedo, le dije a la parca, lo sabes, ella me miró, se río, me dijo que me fuera a dormir, añadió un idiota como el que tira un pañuelo de papel usado a una papelera de calle y ni mira a ver si ha entrado. 



Viernes, llevo a mi hija a su cursillo, volviendo pierdo su casco, lo recupero, la tristeza corre tanto como mi moto, que no es que sea mucho conmigo en el manillar, la mano derecha me tiembla. Por la tarde enfilo hacia el sur, paro en Favara echando de menos a Esponja,  sigo sintiendo que hay un movimiento en el lado oscuro de la fuerza. Al llegar a las Marinas, con tiempo de sobra para perder y pensar, ando un poco hacia el mar, hay un restaurante con loros y tortugas, vaya, he estado aquí antes, en mi tercera vida. La actuación fue un éxito completo, me maquillé de blanco, me puse la nariz roja, la peluca verde y actué. El público muy variopinto, desde belgas hasta escoceses, todos disfrutando, cantando los estribillos, riéndose de nuestras payasadas,  voy improvisando y Álvaro me sigue el rollo y muy bien, la gente ríe, no desvelo los gags, los usaré más veces, el dueño encantado, nos dice de tocar cada quince días allí. Sacrifico un poco mi forma de tocar la guitarra por el show, doy pinceladas pero no puedo estar en todo, hacer introducciones, cantar, hacer los solos -excepto los de batería, evidentemente- cantar, el sonido general, las letras, los finales... son demasiadas cosas, además hay que atender a la reacción del público, pero bien, realmente bien. Vuelta a casa, la soledad se sienta en el puesto de David, la tristeza va detrás, ni siquiera escucho música. Control en Gandia, me paso la lengua por el labio superior, pensando en que voy a volver a soplar pero esta vez no, me extraña, no puedo ampliar de colección de boquillas y resultados cero, cero. Estaciono el vehículo lunar en Favara, bajo las ventanillas, paz de cementerio, es muy tarde, llevo días casi sin dormir, casi le mando un mensaje al cura rockabilly pero no me gusta ser pesado, aunque puede que a veces, a mi pesar, lo sea. Pero estoy fuerte, al quitarme el maquillaje, el semblante triste no está exento de cierto orgullo. 


Almuerzo en el casino de Campanar, charlando con Esponja, vemos a Xaro, personaje de mi segunda vida,  y le presento a mi compañero "montaña rusa", pasamos por el estanco. Después  caminata hasta Borneo, lo dejó allí y regreso al hogar, debo descansar. Vuelvo sobre las seis para ver a los Wanderers, David canta One night, showman espectacular, el tío Paco y el Lagarto están también por allí, mi querida María José charla conmigo, gente del ambiente rockin' , saludos y besos. Terminada la función nos vamos a cenar varios músicos amigos con un par de chicas y de ahi a LEDO, mas no entramos todos, me han dicho que tengo que ir al museo del rock valenciano...






Como el guerrero de Moixent, soy muy pequeño pero estoy en un museo, con mis compañeros de Los Cuervos y Los Relevos, claro. Esponja ha absorbido mucho líquido y se emociona, me dice que estoy en casi todas las paredes y hay unas cuantas, se muestra entusiasmado, yo no siento nada, aunque me alegra esa pequeña justicia poética, también están Los Renegados, Luis y David posan con el nombre de su banda. Paredes llenas de recuerdos, unos cuantos que yo perdí, aquellas entradas, aquellos carteles, algunos la primera vez que los vi fue ayer allí, fragmentos de mi juventud, enmarcados, con tantos compañeros de la escena local de los ochenta, algunos se fueron ya.  Volvemos a casa caminando, dejo a David, abrazo, quedamos para el día siguiente, vuelvo a Campanar, caminata. Me siguen acompañando las tristezas que siempre van conmigo últimamente. Una sonrisa triste se apodera de mis labios, pienso no en mí tal y como soy ahora, en mi cuarta vida, sino en otras vidas,  pienso en ese muchacho que aprendió a tocar la guitarra prácticamente solo y se puso a escribir canciones, formó un grupo y luchó como Don Quijote contra los pellejos de vino, contra los molinos de viento. A ese chaval si le hubiera emocionado y mucho, ése muchacho que  murió en las navidades de 1987. 


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Mis amigos me llaman Cuchillo o el tío Santi. Escribo canciones y toco la guitarra, también canto. Desde que era joven hasta ahora que no lo soy he tocado en grupos como Los Cuervos, Los Relevos, Morcillo y los Rangers, Los Brujos, Bandoneón, The Dancing Cansinos, Rocky Raccoons, Fort Mapache, Jukebox, Los Portuarios, The Mapaches o The Roller Coasters. Soy el guitarrista que no sabía cantar, el motorista al que no le gustaba correr, el lector de la Biblia ateo, puede que el tonto más listo del mundo, el padre de Dido o el hijo de la Yeyes. Como suele aparecer en algunos sobres de azúcar, hay que buscar los buenos ratos porque los malos se presentan ellos solos. Me gusta mucho leer desde niño, cocinar, tocar la guitarra y escribir canciones, navegar sin rumbo por la procelosa red de Internet, la historia y la música, el cine clásico y me gusta mucho reír, también escribir en mi blog, salir con mis viejos amigos o dar vueltas con mi Triumph. Como dijo Lennon: "la vida son las cosas que te pasan mientras tú estás ocupado haciendo otros planes" Así que intento no hacer planes nunca, sólo quiero estar a gusto sin molestar a nadie. Si lo consigo o no, tendrán que decirlo los demás.
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