
Una de las cosas que me gusta hacer, sobre todo cuando vengo pronto del trabajo, es cocinar. Es como hacer música, sólo que en un lugar de ritmo, melodía y armonía, pues, usas sofritos, especias, buenas materias primas y demás. Un poquito de paciencia no debe faltar en ambas cosas, la música y el arte culinario, pero los resultados son muy gratificantes en ambos casos. El sábado pasado, aprovechando que fue uno de los escasos días en que no llovió por la mañana, por la noche fue un diluvio, cogí la moto y me fui a un supermercado indio y compré lentejas rojas. Estaba abierto a pesar de ser día festivo, el día de los muertos, como dicen algunos. Acabo de terminarlas y reposarán hasta la hora de comer. Es la primera vez que hago lentejas rojas, he hecho cientos de veces de las variedades más comunes por aquí pero de esas, las que compré son turcas, nunca. Me he inspirado en algunas recetas de la red y les he puesto curry picante, garam masala, cúrcuma y cilantro.