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miércoles, 9 de octubre de 2019

Entrada y baile

Mientras sonaba Bernard Hermann entramos del brazo, para mí, fue uno de los momentos más emotivos del día. 


Parece mentira, mi madre bailando y el tipo que escribió "Nunca salgo a bailar" bailando música disco, ver para creer...

lunes, 7 de octubre de 2019

Bolos, bodas, vados, vidas.








Buscaba un sitio y todo eran vados, venía de un bolo e iba a otro, al día siguiente boda, la vida te lleva, a veces te sonríe, otras te mira con resignación. Este muchacho, debe pensar, este muchacho... El viernes no salí, tenía varias propuestas pero me esperaban un par de días intensos y preferí descansar al final. El sábado, corriendo de un sitio a otro, diversión garantizada y satisfacción también. El domingo me levanté pronto, tras dormir muy poco, intranquilo. Recogí a Esponja y nos fuimos al Palmar, charlamos sobre varios asuntos. Cuando entré del brazo de la novia, mientras sonaba Scene d'Amour del maestro Bernard Herrmann me emocioné, le pregunté si le había dicho alguna vez que la quería mucho. Estaba guapísima y caminábamos lentamente para entregarla al novio, fue tan emotivo que me hubiera gustado ser capaz de llorar para hacerlo. David ofició la ceremonia tan bien que todo el mundo quedó más que satisfecho, escribí el guión, citando a Saulo de Tarso, sus palabras sobre el amor en la epístola a los Corintios. Luego subimos para tocar en el cóctel, David, uno más de la familia. Me reí mucho, hablamos con tíos y primos, contando anécdotas de nuestras aventuras musicales en común. Todo muy bien, marco incomparable, mucho cariño y mucho amor. La gente bailaba y bailaba, chicas impresionantes, mucha gente me decía que porque no bailaba y, claro, me piqué. Le pedí al dj el What I like about you de The Romantics y me puse a bailar como un loco, jajajaja, la familia flipaba. Salimos disparados para la estación de autobuses, si Esponja no lo cogía a tiempo lo llevaba yo a Denia, pero llegó. Cuando llegué a casa, abrí la verja blanca, iba cargado con todo el equipo, la música sonaba en mi cabeza, las imágenes del fin de semana, bailando en mi memoria. Después de varios días durmiendo poco, no podía dormir. Lo mejor de todo es que vi a mi querida hermanica feliz, muy feliz, y eso me hizo serlo a mí.  Esta semana también se presenta animada. 


viernes, 4 de octubre de 2019

sábado, 13 de julio de 2019

Jauja



Hacía muchas lunas que no comía tanto, la ocasión lo merecía, pensé, adelante, luego no ceno, quizás el sábado ni como.  La verdad es que todo estaba bueno a rabiar, aunque los arroces pecaban de salados. ¡Por favor, que alguien les esconda el salero a esos cocineros¡ Fue una comida muy agradable, di mi modesta opinión sobre cada plato, estaba a punto de convertirme en un nuevo sangonereta y en eso que sacaron los postres, terribles, como un ejército dispuesto para la batalla, y luego la tarta. Impresionantes todas pero la de tres chocolates...  Mi páncreas lloró, se retorció, silbó un viejo blues pero no podía dejar eso en el plato. Parecía uno de aquellos banquetes redistributivos que ofrecían los grandes hombres de Polinesia.  Allí junto a la Albufera de Valencia, mientras un sol que lanzaba puñales quería acabar conmigo, busqué la sombra, me fume un purito. Pero los dioses son seres caprichosos que juegan en su ratos tontos con la vida de las personas. Así que unas horas después, sin apetito ninguno, estaba en Jauja, no era ese lugar imaginario, era un restaurante, bebía un agua con gas  y miraba cenar a una atractiva mujer.  Quedar con alguien para cenar y no probar nada, pese a un colosal calamar, una ensaladilla rusa digna de los zares. ¿Viejas glorias o jóvenes promesas?  Acabamos en un museo, ambos dos estábamos expuestos por las paredes.  ¿Peces, clavos? Llegué a casa casi a las cuatro, como otras veces, cuando iba a quitarme las botas, pensé en el vehículo lunar, me tocó bajar a comprobar las ventanillas, un muchacho me pidió un cigarrillo. 


viernes, 10 de abril de 2009

Indignación cherry


Dicen que las manías no las cura nadie, igual tienen razón. Las manías, como las opiniones, se parecen a las orejas en que cada uno tiene las suyas. De las cosas buenas que América ofreció al mundo, no sé si en primera posición pero luchando por ese puesto, el tomate. Hay muchas variedades pero últimamente mi hija se pirra por los cherrys, tomates cereza o de cóctel. Son pequeñitos y revoltosos, menos ácidos y quedan estupendos en la ensalada pero a mí no me gustan. Así que ahora utilizo la palabra inglesa cherry como sinónimo de enano, pijo y chulo. Son cosas de la polisemia. Hay bolsos cherry, cherryviejunas, cherryordenadores, series de tv cherry, cherryamigas, cherryguitarras y cherrybesitos. Esto es cherry y aquello no y así todo el día.
Mi hermana pequeña (cherryhermana)se ha comprado un cherryordenador (pequeño y chulo)y ha contratado la conexión a la red. Le ayudo en sus primeros y vacilantes pasos, mientras lo hago no me deja fumar, arggggg. Bueno, parece que no hay forma de instalar el antivirus que le han ofrecido gratis como parte de la oferta. Llamamos al teléfono de asistencia. Lo primero es hablar con un ordenador: Si tiene un problema de Internet marque el uno, ok, pues ese. Si ha contratado tal oferta, marque el tres, vale, sigamos. Si es cliente nuevo elija una de las siguientes opciones... ya comienzan a tocar las narices. Marcas la tuya, sigue la dichosa máquina; si a su abuela le gustaba Concha Piquer marque el uno, joderrrr. Si le gusta más las berenjenas rellenas que las hamburguesas del Burriquín marque el dos. Al final, después de morderme los nudillos varias veces, consigo hablar con un tipo. Por alguna razón que desconozco siempre son sudamericanos. Le explico el problema y el me pregunta por el sistema operativo, ok, es Windows Vista. Un largo ahhhhhhh y:  "es que con ese sistema no funciona el antivirus que ofrecemos gratis". Mi temperatura corporal alcanza los 96 grados. Indignado le digo que entonces la oferta debería ser: "antivirus gratis siempre que sea éste o aquel sistema operativo". Ni corto ni perezoso ese individuo me suelta que ella debería haberlo preguntado. ¡Qué¡ ¿También debería haber preguntado si la oferta es válida para las valencianas cuyo nombre comience por m? ¿Si pueden acogerse a ella los vecinos de Benicalap con ciclomotor? No hay forma, le diga lo que le diga, contesta siempre lo mismo, que la oferta no incluye a los usuarios de ese sistema operativo y que tenía que haberlo preguntado, es peor que hablar con el ordenador que te atiende primero.  En fin, que me cherry-indigné. 

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Mis amigos me llaman Cuchillo o el tío Santi. Escribo canciones y toco la guitarra, también canto. Desde que era joven hasta ahora que no lo soy he tocado en grupos como Los Cuervos, Los Relevos, Morcillo y los Rangers, Los Brujos, Bandoneón, The Dancing Cansinos, Rocky Raccoons, Fort Mapache, Jukebox, Los Portuarios, The Mapaches o The Roller Coasters. Soy el guitarrista que no sabía cantar, el motorista al que no le gustaba correr, el lector de la Biblia ateo, puede que el tonto más listo del mundo, el padre de Dido o el hijo de la Yeyes. Como suele aparecer en algunos sobres de azúcar, hay que buscar los buenos ratos porque los malos se presentan ellos solos. Me gusta mucho leer desde niño, cocinar, tocar la guitarra y escribir canciones, navegar sin rumbo por la procelosa red de Internet, la historia y la música, el cine clásico y me gusta mucho reír, también escribir en mi blog, salir con mis viejos amigos o dar vueltas con mi Triumph. Como dijo Lennon: "la vida son las cosas que te pasan mientras tú estás ocupado haciendo otros planes" Así que intento no hacer planes nunca, sólo quiero estar a gusto sin molestar a nadie. Si lo consigo o no, tendrán que decirlo los demás.
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