
No sé porqué pero he recordado la primera vez que vi esta película. El tío Rafa y yo estábamos reventados de caminar por Londres. Empezamos temprano en la mañana y ya habíamos cenado y Morfeo, que era hijo del Sueño y de la Noche, intentaba atraparnos en sus acogedores brazos. Pero había que aprovechar un poco la ocasión y se nos ocurrió ir al cine. De la mitad no nos enterábamos y, lo que es peor, empezamos a pegar "cabotaes", en las escenas tranquilas, claro. De repente, las espadas entrechocaban a un volumen bestial y nos rescataba del sueño, aguantábamos hasta la siguiente escena de diálogo. Xè collons, què desastre. Volvimos tarde a donde dormíamos, siempre había oído decir que Londres no tiene vida nocturna pero aquello estaba muy animado, el autobús iba a reventar. Bueno, sobre el resto del viaje ya haré alguna entrada, nos lo pasamos bien.
1 comentario:
cuhillo, vaya tela
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