
Han sido tan cortas que acababan de empezar y ya comenzaban a terminarse. Cuatro días es poco, sobre todo después de cinco años, pero me han venido bien.
La ciudad estaba tranquila, justo como a mí me gusta; recorriéndola por la noche, subido en la moto, he disfrutado como un chaval del aire fresco, bueno, casifresco, en mi cara y de esa sensación de libertad que produce. He grabado y colgado un par de vídeos con versiones de mi admirado Dylan, he disfrutado de estar con mi reina de Cartago y Serch me presentó a su amiga. Días tranquilos y noches dando vueltas con la moto, para otros no será gran cosa pero a mí me ha gustado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario