
El jueves me digo a mí mismo, levanta tu culo viejo y vete a dar una vuelta, últimamente me cuesta salir de casa. Estoy a medio vestir cuando Pacobeat me llama, estoy hablando con el fijo cuando suena el móvil. Es mi hermana Concha que me dice que una moto acaba de atropellar a mi madre. Me voy al Hospital General, por suerte, dentro de la mala suerte, no se ha roto nada, aunque tiene el rostro desfigurado, ha sangrado mucho y tiene el cuerpo lleno de cardenales (equimosis) y hematomas. Tiene 73 años y se pasó media hora en el suelo hasta que llegó la ambulancia. La gente que presenció el atropello, se encaro con el conductor de la motocicleta, recriminándole que hubiese acelerado en lugar de deternese. Mi trabajo habitual consiste en conducir y en mi tiempo libre disfruto de mi moto y esa actitud no la he entendido nunca. El chaval, que tiene 19 años y mes y medio el carnet, llega a un paso de cebra, ve coches parados y un hueco y acelera, sin mirar primero. Por evitar unos segundos de espera se crea dolor para meses. En fin, esperemos que todo quede en un monumental susto, aunque mi madre dice que ya no irá a ningún sitio sola. A los pocos días, mi colon irritable no está irritado sino profundamente cabreado, los nervios de esos momentos me pasan factura.
5 comentarios:
Santi, acabo de enterarme, espero que no sea nada y sólo sea un susto. Tenme informado por favor, si necesitas algo ya sabes mi teléfono.Dale recuerdos a tu madre y que se mejore pronto.
un abrazo. El ratón cabrón
Muchas gracias Ratón, va mejorando lentamente, le daré recuerdos de tu parte.
Hola Cuchillo, no me conoces y aunque posiblemente hayamos coincidido en algún parque con las crías, probablemente en algún concierto y seguro en alguna carretera, soy uno de los testigos del atropello de tu madre.
Lo primero decirte que de alguna manera me “alegro” de que todo quedara en unos cardenales y moratones. La primera impresión tras el atropello era bastante más grave y negra. Realmente nos temimos lo peor.
No me he puesto en contacto contigo por si ello pusiera en riesgo en algo el juicio contra el pollo que se paso por el forro de los pantalones el más básico sentido de la responsabilidad con una moto. Justamente ese día había estado comiendo con unos colegas del mundo de las dos ruedas y justamente ese día hablamos acerca de esos tipos que hacen que parezcamos unos asesinos suicidas que van por las carreteras haciendo carreras y caballitos en los semáforos. ¿Como no le iba a recriminar su comportamiento?
Ayer a las 13h en teoría fue el juicio por el atropello y estaba citado como testigo. No sé porque, pero al final no se celebro la vista, supongo que los abogados del niñato aceptarían lo que le cayera.
Pues nada Santi, que me alegro de que sigáis disfrutando de vuestra madre por muchos más años, y tu en particular, de tu hija, tu moto y tu música.
Ráfagas y a seguir, Kike.
Saludos Kike: Tu correo ha sido una gran y grata sorpresa. Tienes razón en todo lo que dices y no puedo menos que alabar tu prudencia (por esperar hasta después del juicio para escribir) y gran espíritu ciudadano por estar dispuesto a testificar. En los tiempos que corren, esto me vuelve a demostrar que aún existen personas que valen la pena. Así que un millón de gracias y mis mejores y más sinceros deseos para ti y los tuyos.
No sé si leerás esto pero estoy intrigado: ¿cómo localizaste este humilde blog? Bueno, en cualquier caso, no me cansaré nunca de darte las gracias.
Publicar un comentario