
En el pronao del oráculo de Apolo en Delfos estaba grabada la frase: "Conócete a ti mismo". Siempre lo he intentado y he llegado a conocerme un poco pero no del todo. Me sigo sorprendiendo a mí mismo, la mayoría de las veces por tonto, así que aún no he terminado de hacerlo. Una de las cosas que me llaman la atención es que tanta gente me pregunte por alguna calle, organismo oficial, barrio, parque, museo o lo que sea. Debo de tener cara de conocer las calles, me pasa cuando voy andando, en la furgoneta y con la moto. También me resulta curioso que la gente me mire, igual le pasa a todo el mundo, yo sólo estoy dentro de mi cuerpo y no puedo saber si les pasa a los demás. Hace un rato, parado en un semáforo, una gordita del coche de al lado me miraba y he pensado que iba a preguntarme por alguna calle. He bajado la ventanilla y me ha dicho: "eres Santiago, verdad, Santiago Penagos". He contestado que sí, claro, pero no sabía quien era ella. Tengo buena memoria pero soy mal fisonomista, así que esperaba que ella dijese, soy tal y te conozco de esto o lo otro pero no ha dicho nada y no le he preguntado, el disco se ha puesto verde y hasta luego, Lucas. No sé porqué me ha venido a la mente que si no la recuerdo no debió ser importante para mí y aquí me he sorprendido, se supone que siempre he sido curioso.
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