

Mark Twain decía que Adán se hizo famoso por inventar el pecado y que eso era una tontería enorme, ya que lo podía haber inventado él, a lo cual, como tantos otros pecadores, puedo adherirme sin discusión. Willis Haviland Carrier (1876-1950) inventó el aire acondicionado y merece un sitio preferente en mi galería de héroes admirados. Envidio sanamente a la gente que lleva bien el calor, ¡cómo me gustaría ser uno de ellos¡. Si no fuera por estas máquinas de refrigeración mi casa sería insufrible en verano. Ahora que, lo que gasto en el estío me lo ahorro en el invierno en calefacción, menos mal. Gracias Mr. Carrier, usted sí que merecería un monumento, por lo menos en las zonas cálidas.
1 comentario:
Ja ja ja.... Eres insuperable con estas entradas sorprendentes!!!!
Ringo dixit.
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