


"Si se mueven, mátalos" y entonces aparece el nombre de Sam Peckinpah. Los niños torturan al escorpión, haciendo que sea devorado vivo por las hormigas y acaban prendiendo fuego a todo. El asalto al banco es una encerrona. Allí está Robert Ryan torturado por la obligación de prender a su amigo. En el fondo los que intentan imponer la ley, están tan lejos de la justicia como los malhechores. Asalto al tren, casi podía ser cine mudo, las imágenes hablan sin apenas palabras. El ejército sale malparado, inútiles con uniforme nuevo. Caballos saltando del último vagón, caballos que caen al río, caballos en la duna de arena. El General Mapache, magnífico el Indio Fernández, corrupto y cruel. La ametralladora Maxim: "Cuando no sé hacer algo, ten por seguro que lo aprendo". Nuevos tiempos en el horizonte, México en la revolución. Final apoteósico, un descarnado y salvaje altar a la amistad, poesía disparada con olor a pólvora quemada. Western crepuscular como pocos, un grupo de veteranos perdedores a los que sólo les queda una amistad no del todo limpia. William Holden sublime, Sam un viejo maestro, esconded el whisky si ellos llegan, pero no llegarán, todos están muertos.
1 comentario:
Que gran director,una de mis preferidas es la cruz de hierro,tiene un gran realismo y brutalidad sin igual,se podria considerar que Tarantino es un gran imitador de Sam Peckinpah,bueno es solo una opinion.
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