
Parece que al final podré volverle a poner sus correspondientes doce cuerdas a mi Rickenbacker 360/12. Gracias a las gestiones de un amigo norteamericano, si nada se tuerce, el puente con sus doce selletas individuales, imprescindibles para una correcta entonación, estará próximamente instalado en la guitarra. Llevo años intentando conseguir uno pero la casa sirve de aquella manera y encima no tiene stock, cosa difícil de comprender, ya que son sus fabricantes.
Llámame tonto pero tal y como está la cosa últimamente, cualquier buena noticia, por pequeña que sea, me congratula.
2 comentarios:
Disfruta de los "pequeños", placeres que te dá la vida y no te obstines en los grandes, esos son más dificiles de alcanzar. ¡¡¡Por ejemplo: Una primitiva, Un, dos tres, responda otra vez....!!!
Jajajaja.
Rodrí.
Ya hace muchos años que vas detras de ese puente,tengo ganas de escucharla otra vez,la ultima vez seria en la epoca de Los Relevos,ya ha llovido bastante,me congratulo con tu nuevo puente.
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