
Hace unos días me enteré de la muerte de Rockin' Pauly, desaparecido demasiado pronto, como tantos otros. Compartí escenario con él muchas veces, estábamos en aquella época con el mismo manager Los Cuervos y Rock'n'Bordes y ensayábamos muy cerca, y siempre me pareció alguien muy válido. La primera condición de un artista para subir a un escenario es creerse lo que hace y pocos he visto tan convencidos como él; además lo transmitía. En estas tierras ingratas con los músicos su carrera sufrió altibajos pero no entre su público rockabilly, fiel hasta el final. Mientras charlábamos antes de los conciertos, su forma de hablar nos hacía mucha gracia, creo que era madrileño de nacimiento. Así que usaba palabras como chinorri, guil o buga que nos hacían sonreír. De aquellos bolos y de aquellas charlas nació mi amistad con Paco Seguí, al que se puede ver muy joven en este vídeo de una de mis canciones favoritas de Paulino, Dios de mí se olvidó. Un tema que puede gustar a cualquiera, sin tener que ser fanático del rockabilly. En general les faltó algo de suerte o quizás vivir en la meseta.
Adiós Rockin' Pauly, con tus defectos y virtudes eras inolvidable.
1 comentario:
Hace unos días, la banda de Isi Rockin' le hizo un giño en un bolo.
El rock castiga duro.
Ringo dixit.
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