El sábado quedé con Seguí y Bruno para cenar y luego fuimos a ver a Triple Jazz al Black Note, fui con la moto aunque amenazaba lluvia. Me gustaron mucho, grandes músicos con un excelente repertorio y el local estaba lleno, no se puede pedir más. Todos brillaban, desde un joven batería, un bajista tremendo, mi amiguete de Facebook a la guitarra y la vocalista. Good rockin' daddy, let's fall in love y todas así. El guitarrista del grupo era fan de Los Cuervos y recordaba donde nos había visto y qué canciones tocamos, entre otras Baby, it's you, y eso me hizo sentir un poco como Norma Desmond. También había visto a Paco con Rock'n'Bordes en Hipódromo. Somos viejas glorias. La Swanson está magnífica en El crepúsculo de los dioses es una de mis pelis favoritas, también Holden y Von Stroheim, siempre tengo un rato guardado para volver a verla y si no la repiten en tv, la tengo en DVD. De las ventajas que tiene no subir muy alto es que luego no te duele la caída, digo yo, que el que no se consuela es porque no quiere o como dijo Goethe, el que tenga lengua tendrá razón.
La frase que da título al post es del Julio César de Shakespeare.
3 comentarios:
Amigo cuchillo, que bien te lo pasas, me das sana envidia. Yo estoy empezando a descubrir el Jazz, ya era hora después de medio siglo a mis espaldas, jejeje.
Un saludo.
La música es una de las cosas buenas de la vida, si además es en directo, con amiguetes y chicas guapas pululando por allí, es el plan perfecto para un sábado por la noche. Gracias por comentar Antonio.
ohhhhhhh http://posteandoentrujillo.blogspot.com/
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