Mi padre decía: "Duerme más que una manta debajo de una cama". Esto se puede comprobar muy fácilmente porque si colocas una de esas piezas rectangulares entre el somier y el colchón jamás verás que se levante a desayunar o a leer un libro. Desde que no levantaba demasiado del suelo he podido escuchar la frase: "Le gusta más que a los perros los picatostes". En cincuenta años que tengo, jamás se me ocurrió ponerlo en duda pero tampoco tenía comprobado el dicho. Mas el otro día, otro resorte saltó en mi mente, tenía un picatoste en la mano y un pastor alemán "jovenet" por debajo de mis piernas y... ¡comprobado¡
Me parece que he hecho un amigo de por vida...
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