Soy un rocker

Estoy cansado y aún me queda hoy otro bolo pero satisfecho, las actuaciones en Jávea y Siete Aguas han salido razonablemente bien y estoy contento. Si hubiera dormido un poco mejor y un poco más, entonces... pero se hace lo que se puede, ya descansaré cuando no toque. Me fui a la Cañada, se suponía que íbamos en mi pequeño y acogedor módulo lunar pero Amanda decidió acompañarnos y cogimos la furgo de Celso. No hace falta decir que el camino fue una charla amena sobre casi todo, desde el R'n'R, por supuesto, hasta historia, mitología o política e infraestructuras. La disco Hacienda estaba donde siempre, no la han cambiado de sitio, y sigue siendo tan bonita como siempre. Nos recibió Maud y pasamos a montar y tocar, había mucha gente, el público disfrutó, así que no hace falta contar más. Celso lo dio todo y el repertorio, apenas ensayado el día anterior, funcionó. Gustaron los instrumentales, los clásicos del rock en castellano, algo de country y Celso cantó realmente bien. A mí me dijeron que tocaba muy bien, nadie dijo nada de como cantaba... jajajaja. Cenamos en un food track, con la compañía de David Bel-lan que vino a vernos y volvimos a casa, más charla y al llegar a la Canyada aún nos fumamos unos puritos y charlamos más. Es un placer tocar con el gran Celso, un buen tipo y un buen músico, multinstrumentista además. Viernes por la mañana: almorzamos en el 13 Tapas David y yo, empezando con fuerza el festival del colesterol sabatino. El día anterior apenas había cenado un trocito de coca de espinacas pero el sábado me resarcí. Repasamos en casa algunos de los temas y quedamos para la tarde. Agradable camino hasta Siete Aguas, repasando la evolución de The Beatles en el estudio de grabación,  pero amenazaba lluvia, se nos pusieron por corbata pero al final los dioses nos respetaron. Cenamos como emperadores, hasta nos dejamos un montón de comida en el  plato, cosa que no suele pasar.  Estaba lleno, no quedaba una mesa libre, el dueño muy contento, todos del terreno, así que hicimos casi todo en castellano, grandes clásicos del pop y rock en la lengua de Cervantes. David como siempre, inmenso, dándolo todo y animando como sólo él sabe hacerlo. Dedicatorias, menciones a la localidad en algunas canciones, chistes, haciendo cantar al público, estuvo muy bien. Tocaremos más por allí, -una de las cosas que me hacen sentir bien es que repetimos allá donde vamos- al final estaba cansado y mi pie me dolía, no sé qué demonios le pasa, me estaré haciendo mayor, me atacan los dolores de la vejez.  Y esta tarde a Puerto de Sagunto, con Los Portuarios, de bajista, dispuesto a sentir ese viejo Rock and roll que entró por mis venas tantos años atrás y me sigue impulsando hacia delante.