lunes, 20 de agosto de 2018

Monumento al vaso abandonado

Fieles a nuestro nombre de montañas rusas, subimos y bajamos con cambios de velocidad y sensación de salirte de la vía. Un día antes nos habían suspendido la actuación del viernes pero luego, a última hora, nos la volvieron a dar. Movimos lo que había que mover y nos presentamos allí cumpliendo el horario. Además nos dieron otra para el domingo, en el horario que podíamos hacerla, así que pasamos de no tocar, a tocar dos veces en el mismo sitio ese fin de semana, no está mal. Cuatro en tres, cuatro actuaciones en tres días, saliendo pronto y llegando tarde a casa. Viernes en el Palet de Tapes, ahí está la foto de David ya recogiendo. Me llevé la Telecaster, usé el Fender blues junior de mi compañero, va cogiendo forma el repertorio. Luis Feijoó tan entusiasta como siempre, nos trató bien. Mientras toco miro enfrente, solo por unos segundos pienso en algo pero acaba la canción, cambió algo en los pedales y se me pasa. La gente muy atenta, tocar en una acera no es tan fácil como pueda parecer, pero bien, somos perros viejos. Cenamos pizza y, por supuesto, hablamos como cotorras. En la casi obligatoria parada en Favara, David dejó un vaso de plástico grande con un poso de cerveza, esperando que el barrendero hiciera su trabajo y pidiendo disculpas por ello. 

El sábado a  Evita Denia, The Roller Coasters con Álvaro en los tambores, servidor guitarra y voz y la agradable visita de Juan Carlos Fats, que se cantó unos cuantos temas dándolo todo. Por la mañana había caído un fuerte chaparrón por aquellas tierras. Durante un par de minutos me descentré, así que aparté la banqueta y canté de pie, saqué las tablas porque necesitaba un empujón interior, cuesta según qué público, el caso es que luego nos felicitaron, pero necesitas algo de cariño tocando, el cariño siempre es importante. Unos temas me gustaron más que otros pero creo que fue algo más que digno, como siempre, yo hice todo lo que pude. A la vuelta, parada ritual,  me sorprendió ver el vaso abandonado en el mismo sitio y el mismo lugar, fue gracioso. 

Domingo por la tarde de vuelta al Palet, de allí salimos disparados para el hotel Triskel. Un tardeo que comenzó con la calle solitario y se fue animando poco a poco. Algunas canciones me gustaron especialmente porque he conseguido, por fin, interiorizarlas y la mano me va sola a los acordes, todo tiene su proceso, comienzan a sonar como deben hacerlo. 



El Triskel tan acogedor como siempre, a mi compañero le gustó tocar en el local y sonó realmente bien, sentí que tocaba como realmente toco, hacía tiempo que no me pasaba eso, disfruté. Felicitaciones por parte del público, tocar en un sitio cerrado te arropa y la piedra del local tiene buenas condiciones acústicas. Hicimos muchos clásicos del R'n'R y éxitos del Rock en español, para el agrado del personal. David muy bien, como siempre pero aún mejor, gintónics encadenados.  Vino Inti y le gustó mucho mi Gibson, nos hicimos una foto juntos. 
Me han propuesto hacer de Scotty Mooore o de James Burton, según la época, en una banda tributo a Elvis, como siempre, hay que probar, no descartar nada. Son temas que llevo tocando desde joven, me sé muchos de Elvis, en agosto se fue el hombre. Tres días seguidos siguiendo el mismo camino y tres paradas en Favara, me hice esta foto de las botas, como recuerdo de esas paradas. El vaso de plástico que dejó el tío David seguía en el mismo sitio, casi como un monumento, nos reímos. 


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Mis amigos me llaman Cuchillo o el tío Santi. Escribo canciones y toco la guitarra, también canto. Desde que era joven hasta ahora que no lo soy he tocado en grupos como Los Cuervos, Los Relevos, Morcillo y los Rangers, Los Brujos, Bandoneón, The Dancing Cansinos, Rocky Raccoons, Fort Mapache, Jukebox, Los Portuarios, The Mapaches o The Roller Coasters. Soy el guitarrista que no sabía cantar, el motorista al que no le gustaba correr, el lector de la Biblia ateo, puede que el tonto más listo del mundo, el padre de Dido o el hijo de la Yeyes. Como suele aparecer en algunos sobres de azúcar, hay que buscar los buenos ratos porque los malos se presentan ellos solos. Me gusta mucho leer desde niño, cocinar, tocar la guitarra y escribir canciones, navegar sin rumbo por la procelosa red de Internet, la historia y la música, el cine clásico y me gusta mucho reír, también escribir en mi blog, salir con mis viejos amigos o dar vueltas con mi Triumph. Como dijo Lennon: "la vida son las cosas que te pasan mientras tú estás ocupado haciendo otros planes" Así que intento no hacer planes nunca, sólo quiero estar a gusto sin molestar a nadie. Si lo consigo o no, tendrán que decirlo los demás.
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