Es el tercer año consecutivo que toco en la noche de Halooween en Triskel, las dos veces anteriores fueron, digamos, especiales. No fáciles de olvidar, precisamente. Pero esta noche se presenta sin conflictos emocionales, sólo ganas de diversión, que con Mr. Sponge está garantizada, así que toca disfrutar del momento. Fabricando nuevos recuerdos que tapen los antiguos se va haciendo camino.
Voy por la calle y me llegan canciones a la cabeza, me paro en un banco y me escribo un email a mí mismo para recordar la letra. Tengo ya para hacer un disco de larga duración, a veces no cojo la guitarra porque sé que me saldrán canciones casi sin querer, escribir canciones me pone en un conflicto porque me dan ganas de ir y grabarlas. ¿Será verdad que el dolor saca lo mejor de la gente?, puede ser.
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