domingo, 18 de noviembre de 2018

ThE RoLLeR CoAsTeRs en CaLpE







Nos hicimos una foto desde Favara para enviársela a David, fuimos para Calpe, que está precioso en esta época del año, Celso, Amanda y yo, para tocar en el Bar Central. Cenamos pizza, tocamos dándolo todo, como es nuestra costumbre habitual, y todo el mundo lució la mejor de sus sonrisas, incluyendo al encargado del local. En formación inédita, sin ensayos previos, pero manejando el viejo material de los años cincuenta no podíamos fallar. Hicimos la lista de canciones por el camino, ¿cuántas veces aparecerá la palabra canción en este maldito blog?, y fuimos a lo seguro, buscando los temas en inglés que sabíamos la letra de memoria, más adaptaciones al castellano y un puñado de instrumentales. Fue un placer tocar con Celso y Álvaro, como siempre, Amanda subió al escenario e hizo un par de temas, también hizo fotos y grabó el vídeo que aparece aquí. Acabado el asunto, las calles empinadas de Calpe vacías como las cuencas de los ojos de una calavera. Ocurrió algo extraño, mi aplicación de Google maps habló por fin, estaba muda desde hace muchos meses, no sé porqué pasan estas cosas, es un misterio para mí. Fuimos y volvimos por la general, de vez en cuando por allí me asalta algún recuerdo, en Gata de Gorgos por ejemplo, cosas de la vida, paramos junto a una sucursal de la Caixa, miré un patio a través de la ventanilla, chispeaba. Llegados a la Cañada traspasé mis trastos al vehículo lunar II y conecté el Google Maps... ya no hablaba, lo miraba y me llevó por un recorrido turístico bajo la fina lluvia por unas 117 calles de la Cañada, no hubo una caña que no pudiera ver, yo seguía con la mirada la dirección pero aquello no tenía ningún sentido, eran vueltas y vueltas y no salía de allí.  De modo que si en Favara casi siempre debo parar, en La Cañada siempre doy 9.000 vueltas, algún día aprenderé a entrar y salir de allí sin hacerlo. Así que lo que debía haberme costado como tres minutos, me costó unos veinte, y esos veinte minutos me hubieran ido bien ahorrarlos porque al llegar ¡por fin¡ a Valencia la lluvia se cogió fuerte y el pobre Cuchillo, derrotado en mil batallas pero vencedor de muchas también, esperó pacientemente a que bajara un poco la intensidad del diluvio, en su coche, pensando, justo en la puerta del patio pero pretendiendo que su apreciado equipo no se mojara mucho. Son cosas que me pasan. Subí a casa a las cinco, me había llevado la Gibson Chet Atkins, el amplificador Gibson Goldtone y la columna Vox, que debe ser de 1965, más o menos. Me acosté, tras otro día largo, no tenía sueño, dejé los pensamientos en un cajón de la mesilla e intenté dormir. 

No hay comentarios:

Buscar este blog

Me presento:

Mi foto
Mis amigos me llaman Cuchillo o el tío Santi. Escribo canciones y toco la guitarra, también canto. Desde que era joven hasta ahora que no lo soy he tocado en grupos como Los Cuervos, Los Relevos, Morcillo y los Rangers, Los Brujos, Bandoneón, The Dancing Cansinos, Rocky Raccoons, Fort Mapache, Jukebox, Los Portuarios, The Mapaches o The Roller Coasters. Soy el guitarrista que no sabía cantar, el motorista al que no le gustaba correr, el lector de la Biblia ateo, puede que el tonto más listo del mundo, el padre de Dido o el hijo de la Yeyes. Como suele aparecer en algunos sobres de azúcar, hay que buscar los buenos ratos porque los malos se presentan ellos solos. Me gusta mucho leer desde niño, cocinar, tocar la guitarra y escribir canciones, navegar sin rumbo por la procelosa red de Internet, la historia y la música, el cine clásico y me gusta mucho reír, también escribir en mi blog, salir con mis viejos amigos o dar vueltas con mi Triumph. Como dijo Lennon: "la vida son las cosas que te pasan mientras tú estás ocupado haciendo otros planes" Así que intento no hacer planes nunca, sólo quiero estar a gusto sin molestar a nadie. Si lo consigo o no, tendrán que decirlo los demás.
Powered By Blogger

Archivo del blog

Etiquetas