Volander

El viernes no salí, me quedé en casa disfrutando de una entretenida película de super-héroes, el niño que sigue viviendo oculto dentro de mí disfrutó. El sábado fue un día de esos raros y extraños en mi rara y extraña vida, no paré y en ningún sitio estaba del todo a gusto. No encajo en ninguna parte, como siempre, mi reino no es de este mundo, aún así, tampoco estaba a disgusto, me he acostumbrado a esa sensación y al final tampoco fue tan malo, sólo que... Pasé la tarde, hacía frío, alguien pidió una guitarra y toqué algunas canciones mexicanas, había dicho que me pasaría por el homenaje a un músico fallecido y me fui, eso no sentó muy bien pero tampoco es mi problema, no quiero quedar bien a toda costa. Son cosas que te pasan cuando no tienes corazón. Me subí al vehículo lunar y me fui al Magazine, allí estaba Vicente Mapache, charlamos un rato, picamos y cené, vi el vídeo sobre ese muchacho desaparecido demasiado pronto, era triste. Sus amigos y familia allí, llamándole guapo mientras aparecía en el vídeo, la gente se abrazaba, emociones estallando, me tomé una Coca-Cola pero su tristeza empezaba a resultar contagiosa y me fui, otra huida, igual no quedé muy bien, yo iba pensando en ver un concierto y aquello comenzaba a superarme, intenté no caer en la tristeza de nuevo. Nada más salir me llamo Luis, estaba por allí, no sabíamos si ir a LEDO que conmemoraban el 50 aniversario del doble blanco de The Beatles o a ver a Esponja y acabamos en la Fuente del Jarro viendo a Golpe de Efecto, David con su David-Show, esta vez con sección de viento. Estuvo muy bien, The Roller Coasters tocaremos allí el ocho de diciembre, me extrañó la ubicación, en un polígono industrial. ¿De donde serán los que vienen aquí?, me preguntó Luis, no tengo ni la más remota idea, contesté yo. 

El domingo por la mañana ensayé con Jukebox para la actuación del dos de diciembre pero antes... fui nombrado miembro de The Shures, pandilla de rockers, y ahí están las fotos de la solemne ceremonia, el Perla me regaló un chaleco y, nada, ¡ya soy un Shure¡ Luis me dijo que fuéramos al Rockin' Folsom, donde actuaba mi amigo Toni Ricor, pero quería descansar, tantos días acostándome tarde y levantándome temprano pasan su factura. 

Domingo por la tarde me llama el tío Paco, se viene conmigo al Volander, donde voy a acompañar a Joaky Cast con mi guitarra, que iba a tocar material propio suyo, en su mayor parte. Pues nada, vamos para allá, consigo aparcar en Nou Moles, tarea no al alcance de cualquier mortal y para allá que vamos. Como está actuando otro artista, dejamos los trastos allí, al cuidado de la dueña del local, fíjate bien, le digo, que no es una guitarra normal... me llevé la White Falcon, mi Grestch, cara a mi corazón, como decían los clásicos. Nos vamos a un bareto a tomar algo, Jenny ha traído gominolas maceradas en alcohol, ginebra, vodka y demás, me río, han venido Tere, Vicky y el gran Rucho, Joaky muy guapetón, el tío Paco se ríe. Volvemos al garito y hacemos el concierto, me pongo frente al artista principal, apenas hemos ensayado media vez, así que tengo que ver qué hace, pero sin pegas, puede seguirle en casi cualquier cosa que haga, improviso y el resultado no está nada mal, suena bonito y la gente disfruta. Para terminar canto yo, en el día mundial contra la violencia de género, La vida le sonreirá y luego sube ResMex y hacemos Raro como un perro verde. Aplausos, felicitaciones, Toni de la Bodega Valero me dice que a qué espero para tocar en su local. Hoy he visto algunos vídeos en Facebook, fue algo entrañable. Al acabar todo el mundo quiere hacerse fotos con mi guitarra. Como le dije a una chica mexicana, soy una microscópica estrella de Rock and Roll.