La Edad de Oro cierra sus puertas, parece mentira, aunque abrirá en un futuro en una nueva, y puede que mejor, ubicación, me cuesta despedirme de mi garito favorito. Allí he actuado con The Dancing Cansinos, Los Cuervos, The Rocky Raccoons, The Roller Coasters, Los Portuarios, Jukebox, he colaborado con El Respetable, Los Náufragos, The Racers, he subido a hacer decenas de jamsessions, he tomado copas, he visto tocar decenas de grupos, he conocido chicas, me he sentido como en casa y he ahogado mis penas en alcohol. Pero es sólo un hasta pronto, volverá, resurgirá de sus cenizas, como el ave Fénix, porque Juanjo y Reme aún tienen muchas cosas que hacer, como animadores del ambiente rockin', ochentero y dorado de la ciudad. Estaremos allí el viernes, para darlo todo, con toda la emoción y agradecidos de haber disfrutado de tantas noches. La Edad de Oro, o lo que es lo mismo Juanjo y Reme, Reme y Juanjo, volverá.
Este mes de enero ha sido muy complicado, incluso en las cosas buenas, todo complicado, hasta se me fueron las ganas de escribir, Cuchillo siempre me sorprendes, unas veces para mal y otras para bien. Ahí está febrero, esperando su turno, los meses pasan rápidos, sigo con clases, mis ensayos, mis actuaciones, mis salidas locas,mis sueños recurrentes, mis nuevas canciones, tantos repertorios, mis amigos y amigas, mi madre está mejor, mi hija ahí sigue, el perrucho malucho ha sido operado, salgo lo que puedo, sigo luchando, en muchas aspectos es una edad dorada. Subo en el ascensor, me veo en el espejo, ¿55 años en serio? Hoy he hablado con alguien que parecía de mi edad y... tiene 39, así que, ¿de qué puedes quejarte?
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