"Tienes cara de cansado hijo, acuéstate," me dijo mi madre al entrar en casa el domingo por la noche. En tres días cuatro conciertos pero creo que lo que me cansó es que, no sé muy bien porqué, volví a ser el rinoceronte feroz que era de joven. Dije más tonterías en un fin de semana que otras personas en toda su vida, me metí con todo el mundo, hablé por los codos, rugí, aullé, grazné y salté y en algún momento rocé que me partieran la cara. Eso sumado a la hora que el gobierno nos quitó, hizo que esa noche precisamente no pudiera dormir mucho pese al cansancio, con la sensación de que algo pasaba. Y seguro que tenia razón, todos los días pasan cosas.
Gracias a Tere, Eugeni, Paco Moon Blues, Sali y Jose Arnau por las fotos.
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