El lejano aleteo de una pequeña mariposa podría producir un tornado en otra parte del mundo, uno de los conceptos de la teoría del caos, según dicen. También recuerdo leer que veinte años después de la segunda guerra mundial, aparecían por casualidad, viejos soldados japoneses en islas perdidas del Pacífico, que habían estado aislados, sin noticias del mundo, y pensaban que aún continuaba la guerra con EEUU. No tiene nada que ver con lo anterior, no sé porqué me ha venido a la mente. Un día cualquiera la mariposa aleteó y yo sufrí un pequeño tornado. En una isla perdida y aislada, una pequeña noticia, una información ínfima de un puerto lejano. No fue un gran tornado, pero lo fue. De inmediato mi cerebro se hizo cargo de la situación y no cometí ningún error, él me salva. Después de lo que ha caído, ha llovido mucho últimamente, qué más dará, quizás sea un rasgo humano, igual la indiferencia también tiene sus fallos, sus matices.
Esta es la entrada número 1.000 de este blog, una vez más me resulta increíble.
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