



Pasé la tarde con una princesa de Tiro y reina de Cartago, verla bien me hace sentir como Justiniano inaugurando Hagia Sofía. Pero tenía una deuda pendiente del día anterior, beber un poco, reír y sentir que le importaba a alguien, además de mi hija, así que, como siempre, eché mano de los amigos. Fuimos al Imágenes Club, donde presentaban un CD con una canción de Los Cuervos pero antes visitamos bares diversos. Donde quedamos estaba cerrado y comenzamos nuestro peregrinaje, primero en un bar propiedad de una mujer de extremo oriente, lleno de africanos asesorando a un señor mayor que jugaba en una máquina tragaperras. Había una pobre chica por allí, mendigando una cerveza, me dio pena y la invité, sólo le pedí que no me diera las gracias, teníamos cosas que hablar Tequila, Bandido y yo. Disparates de las redes sociales que afectan a relaciones deterioradas, ecos de historias pasadas pero cosas que a mí no me afectan, qué culpa tengo yo de que otros patinen cerca de precipicios. De este curioso lugar con nombre de rockero valenciano fuimos a otro, Bar Ático, donde hicimos nuestras bromas habituales nada más entrar... ¿Disculpe señorita, este bar es baratico o carico? Cervezas, copazos y para la presentación, por allí fueron apareciendo el Ratón, Esponja, Lagarto, Majosita, Patri, bebimos y subimos a hacer el tema en cuestión. ¿Qué guitarra quieres? La que sea contesté yo, sólo pido que esté afinada y me dejaron una Ovation... desafinada. El presentador me preguntó si decía cosas como que habíamos tocado de teloneros de Nina Simone o Wilko Johnson o de los temas nuestros que sonaron en la radio pero le dije que no, que dijera que éramos tres borrachines. Paso de afinar para tocar una canción cuando he bebido, qué más da, y nos lanzamos al tema. ¿Estás borracho, man? me dijo Tequila y yo le contesté que no, sólo que había bebido demasiado. Al terminar comenté que a nosotros ya nos daba todo igual, pero a los chavales que tocaban esa canción, Los Cuervos, mil años antes, les hubiera encantado que saliera en un disco editado. De allí nos fuimos a cenar, cantando por el camino, cenamos como generales o reyes, sin parar de hacer el ganso, muchas risas, todo estaba espectacular, en especial los chipirones con habas y unos espárragos rebozados con una salsa brutal, pulpo creativo, vinazos, Jack Daniels, whisky Macallan sin alcohol. Volvimos a casa haciendo el cabra, hay vídeos de eso pero no se pueden compartir, un elfo danzando alegre con el culo al aire, lanzándose sobre una caja de cartón... nos partíamos de la risa. Nos despedimos con besos y abrazos, parecíamos rusos pero nos apreciamos mucho y estábamos alegres, igual la bebida tuvo algo que ver...

