Escribí esta canción cuando aparecieron los mandos a distancia, a mediados de los ochenta. A aquello lo llamaron zapear, o zapping, ibas cambiando de canal, no había muchos, pero pasabas el rato así, los anuncios se repetían o iba viendo fragmentos de diferentes películas. Lo hice y a continuación cogí la guitarra y la escribí. No la tocamos apenas en aquellos días, como hacía tantas, la relegamos al baúl de las que no, no entiendo porqué, tiene marcha y me resulta graciosa. Por supuesto, eso de No hay pan, es por mi padre. Bueno, pues el estribillo es un anuncio sin sentido de pan, con una especie de coro de bailarines y los párrafos son dos películas diferentes, el borracho parado por el policía de autopista y el hombre acabado viendo la tele. En fin, no es más que otra canción de Los Cuervos.
Hoy he llevado el amplificador Gibson al técnico, igual la placa se ha torrado y sus días de fiel compañero de bolos han pasado a la historia. Pues servirá como decoración, la verdad es que es muy bonito, con ese aspecto tan vintage. Nada es para siempre, ya veremos. Tengo mi Fender Bassman '59, pero es muy grande, potente y pesa mucho, así que me compraré un tweed más pequeño o puede que uno práctico y poco pesado para según qué actuaciones, hay muchas opciones.
Por lo demás, casi bien, muy contento con la gira mundial de Los Cuervos, anotando fechas con diversas formaciones, mi pequeña reina de Cartago encantadora, mi madre ahí está, que ya es mucho.
Apenas puedo parar, entre ensayos, movidas, médicos con madre e hija o para mí. Tengo una especie de tumor en la cabeza, hace un par de días me hicieron una ecografía. ¿Qué será niño o niña?, le pregunté a la enfermera y se río, le pregunté también si tenía que hacer ya testamento y me dijo que eso me lo diría el médico. La verdad es que lo tengo hecho de hace 23 años. Será un bulto de grasa y ya está, casi seguro, no siento nauseas, ni dolores de cabeza, ni mareos y no me ha cambiado el carácter, soy tan tonto como siempre, así que debe ser eso. ¿Y si no lo es? Pues nada, haremos un concierto: Cuchillo se despide.
- ¿Temes a la muerte Espartaco?
- No más que a la vida.
Mientras esperaba para la prueba, fui con la moto, recordé un poema egipcio, anónimo, de la época del Imperio Medio, hace unos 4.000 años, nada más.
Problemas hay siempre, la única manera de no tenerlos es estar muerto.
Apenas puedo parar, entre ensayos, movidas, médicos con madre e hija o para mí. Tengo una especie de tumor en la cabeza, hace un par de días me hicieron una ecografía. ¿Qué será niño o niña?, le pregunté a la enfermera y se río, le pregunté también si tenía que hacer ya testamento y me dijo que eso me lo diría el médico. La verdad es que lo tengo hecho de hace 23 años. Será un bulto de grasa y ya está, casi seguro, no siento nauseas, ni dolores de cabeza, ni mareos y no me ha cambiado el carácter, soy tan tonto como siempre, así que debe ser eso. ¿Y si no lo es? Pues nada, haremos un concierto: Cuchillo se despide.
- ¿Temes a la muerte Espartaco?
- No más que a la vida.
Mientras esperaba para la prueba, fui con la moto, recordé un poema egipcio, anónimo, de la época del Imperio Medio, hace unos 4.000 años, nada más.
Hoy está ante mí la muerte,
como un enfermo que ha sanado,
como un enfermo
que sale de la enfermedad.
La muerte está hoy ante mí,
como perfume de mirra,
como remero que descansa poniendo
el barco a la vela.
Hoy está ante mí la muerte,
como perfume de flor de loto,
como el que descansa
en la orilla fresca.
La muerte está hoy ante mí,
como un sendero pisado,
como el regreso a casa
después de la guerra.
Hoy está ante mí la muerte,
como un cielo despejado,
como uno a quien…
lo que sabe, no le importa.
La muerte está hoy ante mí,
como el que desea
volver a ver su casa
tras largos años de prisión.
Problemas hay siempre, la única manera de no tenerlos es estar muerto.
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