Un multimillonario alicantino se compró una isla y allí tropezó con la famosa lámpara maravillosa. Al frotarla de ella salió el famoso genio que le otorgó el famoso deseo. El hombre se lo pensó bien y, dado que sólo podía elegir un deseo, pidió salud, que era de lo único que no estaba seguro de disfrutar durante el resto de su vida. "Eso es muy fácil" le dijo el genio con su voz atronadora y le entrego unos documentos. Extrañado, el agraciado compatriota nuestro miró aquel puñado de papeles y vio que era su alta como autónomo..."Así no estarás enfermo jamás" y estas fueron las últimas palabras del genio.
Intentando convertirme en exfumador. Abandonar la servidumbre del tabaco y ser libre otra vez, tras 29 años como fumador empedernido ya está bien. Entiendo a cualquiera que sufra una adicción, maldita sea, siempre digo que me acertaron con el maldito humo. Pienso en las cosas que me podré comprar cuando no malgaste ese dinero en quemarlo poco a poco, válvulas, cuerdas, pedales, incluso, quien sabe, una guitarra. Bueno, en ello estoy, luchando en el fragor de la batalla. Está claro, ¡sólo puede quedar uno¡
Bueno, he llegado hasta aquí, 47 años. Como si fuera un lugar desde el cual uno pudiera mirar hacia adelante y hacia atrás. Por eso este vídeo me viene bien, para echar un pequeño vistazo al pasado. No sé si me gustaría poder ver otro igual sobre mi futuro.
Hará cosa de un par de meses recibí la llamada de Javi Gafotas. "Tengo algo que proponerte", me dijo, consistía en salir a tocar una canción de Los Cuervos con su grupo en un festival de música de los ochenta. Siempre que sea tocar, aunque sea la guitarra, suelo estar dispuesto, así que dije que sí. Hicimos un par de ensayos y el sábado pasado, acompañado del gran Serch, me pasé por allí. Una noche fría y lluviosa, con caras conocidas, bueno, todo el mundo me suena pero no sé quien es casi nadie. Tocar con un equipo, guitarra y amplificador, que no es el tuyo es como vestirte con la ropa de otra persona, sólo la casualidad puede hacer que te siente medio bien, pero sólo era una canción y no valía la pena acarrear bártulos. Desde aquí gracias, una vez más, a Eugenio Cardona de Los Flacos que me prestó la Telecaster. Tocaban muchos grupos y el camerino parecía el camarote de los hermanos Marx. Pues nada, salí allí, visité el recuerdo del garito del hombre amable y las chicas que no me entendían porque era raro. Iba a dedicar la canción a aquellas chicas y a mis compañeros en Los Cuervos pero en el escenario no me apeteció decir nada. Eso yo, que hablo casi tanto como un griego, siempre me sorprendo a mí mismo.
Para esta ocasión, Los Plásticos se convirtieron en El Respetable.
There are people who go to a psychiatrist, others prefer instead to get stone with drugs or drinking and other people, like me, we play a little blues when we are sad.
My name is Santiago, my friends they call me Knife (Cuchillo).
Los hay que van a un campo de fútbol a gritar, otros visitan al psiquiatra, muchos beben hasta caer al suelo o se meten cosas por la nariz, algo blanco, creo, y a otros nos da por tocar blues o canciones escritas mucho antes de nacer nosotros. Alguno habrá que haga todo esto, aunque no creo que al mismo tiempo.
Como la navegación comercial y militar a vela, el cine mudo murió en la cumbre del éxito. En unos pocos años se convirtió en algo olvidado, un borroso recuerdo sólo apto para la mofa. Muchas obras maestras se perdieron, los celuloides ardían con tanta facilidad...
No siempre pero cuando puedo y me acuerdo, me acercó a alguna de las reconstrucciones históricas donde suele participar mi amigo Paco. En esta ocasión se vistió de miembro de la División Azul. Me pasé por allí, bajo el puente de las flores, e hice algunas fotos como éstas. El sol lucía espléndido en el cielo y hasta hacía calor, no me quiero poner en su lugar, vestido de esa forma y bajo el sol abrasador. En cualquier caso, supongo que yo me vestiría de soldado del Ejército Rojo ¿y quien mejor que Vasili Záitsev? Ahora que también tendría su punto vestirse como Robert E. Lee... y ya lo dejo, que todo esto es carísimo y no puedo permitírmelo. Lo mío es disfrazarme de "el motorista solitario".
Mis amigos me llaman Cuchillo o el tío Santi. Escribo canciones y toco la guitarra, también canto. Desde que era joven hasta ahora que no lo soy he tocado en grupos como Los Cuervos, Los Relevos, Morcillo y los Rangers, Los Brujos, Bandoneón, The Dancing Cansinos, Rocky Raccoons, Fort Mapache, Jukebox, Los Portuarios, The Mapaches o The Roller Coasters. Soy el guitarrista que no sabía cantar, el motorista al que no le gustaba correr, el lector de la Biblia ateo, puede que el tonto más listo del mundo, el padre de Dido o el hijo de la Yeyes. Como suele aparecer en algunos sobres de azúcar, hay que buscar los buenos ratos porque los malos se presentan ellos solos. Me gusta mucho leer desde niño, cocinar, tocar la guitarra y escribir canciones, navegar sin rumbo por la procelosa red de Internet, la historia y la música, el cine clásico y me gusta mucho reír, también escribir en mi blog, salir con mis viejos amigos o dar vueltas con mi Triumph.
Como dijo Lennon: "la vida son las cosas que te pasan mientras tú estás ocupado haciendo otros planes" Así que intento no hacer planes nunca, sólo quiero estar a gusto sin molestar a nadie. Si lo consigo o no, tendrán que decirlo los demás.