Éste es otro de esos momentos en que casi diría buf y poco más. Decirle adiós al 2008 sería casi genial pero el 2009 aparece en el horizonte como otro año complicado. Una lluvia fina caía sobre Valencia esta madrugada, en un triste día de invierno, poca luz y hojas de plátano de paseo esparcidas por el suelo. Cuando empieza un nuevo año las personas siempre nos ponemos metas, que solemos abandonar con el matasuegras en el cubo de la basura. A veces hago listas con cosas que tengo o quiero hacer, como encontrar el libro de Robert Graves "Adiós a todo eso", el otro día apareció una por ahí y ponía eso. El 2009 viene como un ejército invasor dispuesto a acabar con todos nosotros, los rumores le preceden y estamos aterrorizados. Es casi como los ciudadanos de la Roma decadente oyendo que los hunos se van aproximando al imperio. Una vez más, lo único posible es intentar no obsesionarse y si la cosa empeora, ya veremos como le hacemos frente.
Bueno, muchachos y público en general, como pesimista nato quizás optimista bien informado, os deseo lo mejor para el 2009, éxitos sin fin y prosperidad sin límites, buen sexo, buena música, ratos agradables, puritos para después de comer, libros interesantes, películas emocionantes y besos de vuestras personas queridas. Un abrazo para todos.
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