
Me ha llegado en Facebook un mensaje de uno de los, digamos, club de fans de Laurence Olivier allí. En el dichoso feisbuc hay grupos de cualquier cosa pero Sir Lawrence Olivier no es cualquier actor o director. Ser fan suyo no tiene ningún mérito, cualquier persona con un mínimo de "yoquéséelqué", por definirlo de alguna forma, debería serlo. Es mi modesta opinión, por supuesto. Desde niño me gustó, en Rebeca, Espartaco o La huella y muchas más incluyendo sus adaptaciones de Shakespeare como Hamlet o Enrique V. El caso es que el mensaje acababa con: “The deceased are dead only when forgotten”. Creo que podría traducirse como "los fallecidos sólo están muertos cuando son olvidados". Eso me ha recordado un verso de Horacio: «Muchos valientes hubo antes de Agamenón, pero todos ellos están sepultados en la noche eterna, sin que nadie les llore, desconocidos, porque no tuvieron un poeta sagrado.» Lo descubrí en uno de mis artículos favoritos de Isaac Asimov que se llama: "Un poeta sagrado" y que es muy recomendable. Inmediatamente esto me ha sugerido una excelente película española, de las pocas que me gustan, llamada: "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto". En fin, aquí me detengo, una vez más cansado y confundido.
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