
Ayer fue uno de esos días que salen nublados, duros y muy largos. Un pequeño detalle me ayudó por la mañana a sobrellevarlo, el Bandido Enmascarado me envío un mensaje multimedia con una fotografía de una caja de puritos y el texto: "enchúmafelo". Es lo que dice el RaTón para que le enciendas el purito. Como no todo va a ser malo, llamé a mi suplente para que me hiciese el fin de semana y así disponer de dos días libres. Fuimos a cenar con Sukhwinder y nos reímos mucho, no paré de decir tonterías y gastar bromas. Aquello dio paso a otro capítulo de las aventuras del motorista solitario, fue breve, un par de horas, lo justo para desintoxicarme un poco y disfrutar del frío y una chupa de cuero subido en la Triumph. Al llegar al hogar, antes de dormir, tengo que leer. Estoy repasando las campañas de Heraclio, emperador de Constantinopla, contra los persas cuando, de repente, sufro un calambre. Como hubiese dicho Aníbal Barca, he padecido de muchos calambres dolorosos pero éste los superó a todos. Fueron unos minutos intensos, hasta que el dolor, poco a poco, cesó y pude dormir, pensando que quizás fuese el colofón perfecto para un día así.
1 comentario:
Lo que no te pase a tí... ja ja ja.
Ringo dixit
Publicar un comentario