Tengo la manía de ponerle motes a casi todo el mundo, no de mala fe o tratando de herir a nadie, ya que en el 99% de los casos los aludidos no se enteran nunca y además no intentan ser despectivos, ni los motes, ni yo, quiero decir. A mi padre le llamaba el Dr. No, ya que decía que no a todo, siempre. Contaré un par de casos:
Episodio 1:
Una buena mujer pero ligeramente malhablada sale a la calle con una bandeja de comida para gatos, los felinos se arremolinan ansiosos y hambrientos y apenas le dejan depositarla en suelo y ella suelta: "tomad, gilipollas".
Mote: La Mujer Que Llamaba Gilipollas A Los Gatos.
Episodio 2:
Estoy en el umbral de la puerta del establecimiento, por motivos de trabajo necesito otra llave más para mi suplente. Sucede que a punto de marcharme he recordado que no se la he pedido y por eso ocupo esa posición y desde allí se la solicito a la pobre abuela. Justo en ese momento aparece su hija, más o menos de mi misma edad y las dos, una dentro y la otra desde fuera, han escuchado la petición. La señora mayor dice que no puede hacérmela, que es imposible, que no y que es mejor que no y que no, porque no. La hija, sin embargo, me dice que sí, sin problemas, mañana mismo te la entrego, ya que tengo que pasarme por la ferretería. Miro a derecha e izquierda y asisto atónito al pequeño espectáculo, entre ellas no se escuchan, ya que la hija está en la calle y la madre dentro. Al cabo de un par de días la hija me entrega la llave pero en la siguiente ocasión la septuagenaria se reafirma, no entraba dentro de lo posible que me hicieran la dichosa llave.
Mote: La Abuela Que No Podía Hacer Una Llave.
Bueno y no creáis que soy el único que tiene esta manía, en mi trabajo muchos me llaman El Hombre Vaquero. La imagen es una caricatura mía, que es como un mote pero hecho con el lápiz. Lo curioso es que está hecha en un paipay, me la hizo un amigo de Morcillo.
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