El otro día pensaba en la cantidad de papeles que puede necesitar cualquiera. Mientras miraba por la ventanilla del autobús, rumbo al chequeo médico, empecé a apilar mentalmente, uno encima del otro, los papeles que alguien puede exigirte, así como si nada, y acabé por usar, no ya un maletín, sino un baúl de esos que usaba la Piquer para viajar por todo el mundo con sus trajes. Luego soñé algo muy kafkiano, un señor delgado, vestido con levita negra, camisa blanca, corbata negra, calva incipiente, bigote fino y con aires de enterrador me exigía la documentación pertinente o no podría darme sepultura... Era algo así, aunque me suena que habían más;
-Partida de nacimiento.
-Libro de familia de tus padres con tu inscripción.
-DNI:
-Documento donde el banco asegura que tu firma es tu firma.
-Número de cuenta bancaria, con el IBAN y el código BIC.
-Carné de conducir.
-Certificado con los puntos del carné de conducir.
-Títulos, desde el graduado escolar o la Eso hasta... lo que hayas estudiado.
-Certificado de estar al día en los pagos a Hacienda.
-Certificado de estar al día en los pagos a la Seguridad Social.
-Certificado de penales.
-Pasaporte.
-Permiso de circulación por ambas caras.
-Ficha técnica del vehículo por ambas caras con la itv en vigor.
-Recibo del seguro en vigor.
-Análisis clínico de sangre y orina.
Por supuesto, todo en original y fotocopia compulsada, con sello, firma, registro de salida y bendición papal, católica, apostólica y romana para algunos y según el culto oriental u ortodoxo para otros.
En el sueño pensé que iba a ser inmortal porque con tanta documentación por presentar para morirse, vale la pena seguir viviendo sempiternamente.
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