Tras tantos años en el mundo de la música sigo haciendo cosas nuevas y que me hacen ilusión, que es lo mejor. Como iba a tocar a línea, no llevé ni ampli, me fui a tocar al café Borneo en el bus, el coche de línea que decía mi padre, cargado con el bajo Rickenbacker de Sergio y con ganas de devolvérselo ya. Mola ir a tocar en autobús, aunque una vez, hace como once años, fui a tocar en moto. Me llevaron el equipo, llegué, bajé de la moto, probamos, tocamos, me subí a la moto y volví a casa, me sentí realmente genial.
Pero voy al lío, fui con tiempo de sobra, Laurent me invitó a un cortado tocado de whisky sin alcohol, esperé a los muchachos, llegó Kike, charlamos. Hizo una paella bretona a la altura o por encima de muchas valencianas, gran éxito culinario, comimos en camaradería, probamos sonido. Fue llegando la gente, el sol ya estaba caído, me había llevado unas gafas de sol, regalo de una chica, y ni corto ni perezoso, procedí a quitarles los cristales oscuros, ya tenía mis gafas tributo a Buddy Holly. Me puse a hacer el payaso Cuchillete, hablaba con la gente, ay, ahora llevas gafas, entonces me metía el dedo y me tocaba el lagrimal y todos decían, no llevan cristales. La actuación muy animada, el grupo empujando con fuerza, impreciso pero potente, la gente llena el local entregada, fue muy divertido, muchos colaboradores, incluyendo a Esponja. Estaban por allí Serch, ResMex, Luis, Toni Ricor, Pacobeat, Brian, Ester y muchos más amigos. Al terminar, que costó salir de allí, colocamos el bajo en el vehículo de Serch y cogí mi cable, mi correa y mi afinador, no se puede acabar una actuación llevando menos cosas.
El cable fue en mi mano hasta el final de la noche, me acercaba a la gente y les decía, si queréis os echo un cable. Cenamos cuatro gaticos pequeñicos, hablando sobre el salvaje mundo del R'n'R, hambuguesas y bocadillos, Toni se va, el resto al Volander, el bandido y yo caminando, Luis en moto lunar, para ver a David M. Tormo. Allí están Sali y Cristina, subimos a hacer un Why don't we do it in the road, Serch y servidor, hacemos el trenet detrás de David cantando por todo el local, nos reímos, sigo haciendo la broma de las gafas, se las pongo a DMT en el escenario, abrazos, dedicatorias.
Nos vamos al Novelty, esperamos a un taxi en la avenida del Cid Campeador, cuando llega uno, unos espabilados procedentes de un país lejano le echan morro y salen corriendo para cogerlo, no vale la pena discutir... pero el taxista pasa de ellos y nos recoge a nosotros unos metros más adelante, nos partimos de la risa. Llegamos al Novelty, Cris, Sali, Serch y el hombre de las gafas sin cristales y el cable en la mano. Allí están Perla, Ester, Mary Lou, Yoli, Vicky, bailamos, alguien me pregunta si Serch es de fiar, hombre, es mi amigo, con eso te lo digo todo. Salimos Sali y yo, cuando volvemos Serch está arriba del escenario, atacando con The Wanderers el I saw her standing there en Re, mira, no es de fiar, salgo dos minutos y ya está en el escenario sin mí. Bailamos, bromeamos, llega Marilo, hombre, tú eres Santi, eres más guapo en persona que en Facebook, sí, digo yo, y también más alto. Mary Lou me dice, sal a tocar Cuchillo, me acerco a Vince y le digo que soy una joven promesa y pido una pequeña oportunidad, me invita al escenario. ¿Qué hago? Recuerdo las gafas de Buddy Holly en mi bolsillo, me han dejado una Strato, está claro, me marco Peggy Sue, muy motivado, se me olvida dedicarla a Sali, soy un desastre. Me felicitaron muchos, se ve que gustó, a ver si consigo alguna foto, me hace ilusión.
Más risas, volvemos a casa, desde el final casi de Mislata hasta casa, caminando, alguien coge un taxi, hablamos sobre la vida, acompaño a Sali, sus tacones resuenan por las calles vacías, mis pies, con los viejos creepers que me regaló Paco Seguí, que no son los más adecuados para caminar tanto. Cruzo el puente de Campanar, hace frío y una humedad salvaje y homicida, en uno de esos momentos en que algún pensamiento asesino -contra mí mismo, por supuesto- viene a por mí, ¡alto ahí, truhán¡ ya está bien, las medusas viven sin cerebro y yo sin corazón, ha sido un gran día, llego a mi cama a las cinco, no voy a dormir mucho...
Domingo, ensayo con Jukebox, salgo de allí pitando, a comer con mi familia materna: "¡Estás muy delgado Santi¡".
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