Sólo se me ocurren disparates

Sólo se me ocurren disparates, dormido o despierto, discuto con el hombre que siempre va conmigo, ahí estamos. El viernes bolazo en la Tasca, Jesús Pobre, con Álvaro, formato extraño y complicado, guitarra acústica, voz y percusión. Digo bolazo y digo bien, tocamos casi tres horas, estábamos a gusto, en un reencuentro con esa formación complicada, conmigo en la armonía y voz solista y "el hombre que hizo morir de hambre a su peluquero" en el ritmo. Tantos meses haciendo mi pequeño show en solitario dieron sus frutos, creo yo. Gustó y nos felicitaron, cenamos como reyes, hablamos sobre drogas y de vuelta a casa. Todo el mundo con el que hablo del tema le sorprende que siempre haya estado ausente de esas sustancias, viviendo la salvaje vida del Rock'n'Roll, algunos ni se lo creerán. Lo mejor para que no te crean es contar la verdad. Sábado por la mañana ensayo en casa de Tequila, con Bandido y servidor, de cara a un bolo en Pedreguer. Por la tarde los recojo en el Borneo y nos vamos al Black Note. Tras una buena cena, no comí después de semejante almuerzo, a darlo todo con Los Portuarios. Podría escribir durante horas, no tengo tiempo para tanto, como casi siempre últimamente, estoy tan ocupado en vivir, me sabe mal por la enorme cantidad de detalles que se pierden en el olvido, como si esto no fuera un cofre destinado al olvido absoluto. El concierto fue un éxito para el público, mucho entusiasmo y muchísimo R'n'R, aunque yo siempre tan exigente, en el plano exclusivamente musical, no quedé muy satisfecho. Colgaré algún tema en Youtube y juzgarán ustedes mismos. Lleve a Tequila a su casa y volví a la mía sobre las tres, pensaba que caería redondo pero eran las siete y aún no me había dormido. Me desperté en medio de un disparatado sueño sobre las nueve, como siempre. Ahora estoy aquí escribiendo, después de tres días casi sin dormir, haciendo tiempo para irme a comer con los amigos. Si alguien vive mejor que yo que lo me presenten y sin embargo...